Seth Pérez
En estas elecciones podemos ser positivos y aplaudir que hay menos cartelones en las calles, pendones en postes y puentes, y menos gente repartiendo todo tipo de panfletos en las esquinas, en comparación con elecciones anteriores. De manera contraria, la cantidad de propaganda que será basura es mucha en comparación con países nórdicos o europeos. No obstante, todo pendón, cartel o volante, no tiene otro uso y terminará en la basura. ¿Es posible hacerlo de otra forma?
En muchos lugares han determinado espacios para exponer las propuestas y que sea de una forma lo menos contaminante. En algunos utilizan pizarrones, espacios para cartelones o pantallas de led. En todos los casos se genera un impacto pero mucho menor que las filas de pendondes en las principales avenidas. El reto que tenemos cada ciudad es definir los espacios, medios y formas para comunicar propuestas gubernamentales y cargar con ese costo en razón de la libertad.
En contraparte la equidad o igualdad por espacios justos puede suscitar controversias como el tiempo publicitario en medios masivos, ¿Quién tiene derecho a más espacio? ¿Las minorías para darles equidad o las mayorías por lograr más votantes? El reto democrático no puede estar por encima de la crisis climática que vivimos. Líderes responsables tomarán acciones igualmente responsables y con el ejemplo podremos decidir. ¿Usted qué opina?
