Los ataques al corazón o infarto de miocardio son una de las principales causas de muerte en el mundo. Se trata de una enfermedad grave en la que el flujo de sangre al corazón se ve interrumpido. Esta falta de sangre provoca daño en el tejido del músculo cardíaco, lo que puede causar una insuficiencia cardíaca, arritmias y, en algunos casos, incluso la muerte.