Intestino irritable: Cuando el estrés afecta tu digestión
El estrés, la ansiedad y la depresión pueden alterar la función intestinal, exacerbando los síntomas del intestino irritable
El estrés, la ansiedad y la depresión no solo afectan la mente, sino también el cuerpo, favoreciendo el desarrollo del Síndrome de Intestino Irritable (SII).
Este trastorno gastrointestinal afecta aproximadamente al 16% de los mexicanos, según datos de la Secretaría de Salud.
El SII se manifiesta con síntomas como dolor abdominal, hinchazón, diarrea y estreñimiento, impactando significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.
El Síndrome de Intestino Irritable es una afección crónica del intestino grueso que, aunque no pone en riesgo la vida, puede ser muy debilitante.
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Las personas más vulnerables a desarrollarlo son las mujeres, quienes tienen el doble de probabilidades de padecerlo en comparación con los hombres.
Además, es más común en personas menores de 50 años y aquellas con antecedentes familiares de trastornos gastrointestinales.
Los síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia, pero los más comunes incluyen dolor o calambres abdominales, cambios en la frecuencia de las deposiciones, sensación de evacuación incompleta y presencia de mucosidad en las heces.
Se ha establecido una fuerte conexión entre el sistema nervioso central y el intestino, conocido como el “eje intestino-cerebro”.
El estrés, la ansiedad y la depresión pueden alterar la función intestinal, exacerbando los síntomas.
Para prevenirlo y controlarlo, es fundamental adoptar hábitos de vida saludables. Esto incluye llevar una dieta equilibrada rica en fibra, evitar alimentos irritantes, mantenerse físicamente activo y practicar técnicas de manejo del estrés como la meditación y el yoga.
Estadísticas
- 16% de la población sufre del Síndrome de Intestino Irriteble
- 2 veces más probable en mujeres.
Otros factores de riesgo incluyen:
- Antecedentes familiares
- Edad temprana (los síntomas suelen aparecer entre los 20 y los 30 años)
- Estrés, ansiedad o depresión
- Ciertos medicamentos
- Cambios hormonales
- Intolerancia a algunos alimentos
¿Cuáles son los síntomas?
- Dolor abdominal (que puede ser cólico, calambres o hinchazón)
- Diarrea (heces blandas y acuosas)
- Estreñimiento (heces duras y difíciles de evacuar)
- Cambios en la frecuencia de las evacuaciones (ir al baño más o menos veces de lo habitual)
- Mucosidad en las heces
- Sensación de evacuación incompleta
- Gases
- Hinchazón abdominal
¿Cómo se relaciona el estrés con el SII?
El eje intestino-cerebro es una compleja red de comunicación que conecta nuestro intestino con el cerebro. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden alterar esta conexión, enviando señales que afectan la motilidad intestinal, la sensibilidad al dolor y la secreción de moco.
Cómo se previene o controlan los síntomas:
- Manejar el estrés a través de técnicas como la meditación, el yoga o la respiración profunda.
- Seguir una dieta saludable rica en fibra y baja en grasas y alimentos procesados.
- Realizar actividad física
- Evitar los desencadenantes como ciertos alimentos, bebidas o situaciones que empeoran los síntomas.
- Buscar ayuda psicológica si se padece ansiedad o depresión.
- Consultar a un médico para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado.
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