Monseñor Samuel Marín Suárez, el último sobreviviente de los sacerdotes que fundaron la Arquidiócesis de Toluca en el Estado de México, falleció el pasado domingo 25 de agosto, apenas 18 días antes de su cumpleaños, que se celebraría el 12 de septiembre.
Su fallecimiento se produjo tras un derrame cerebral que lo dejó cuadraplégico, del cual no pudo recuperarse.
La misa exequial se realizó el domingo a las 11 de la mañana, mientras que los funerales comenzaron a las 13 horas en la parroquia de San Carlos Borromeo en Metepec, y continuarán el lunes.
Monseñor Samuel Marín Suárez era conocido por su firme postura tradicionalista en la Iglesia, defendiendo la práctica de recibir la Sagrada Comunión de rodillas y en la boca, y oponiéndose a varias reformas del Papa Francisco.
Su fallecimiento marca una pérdida significativa para la Arquidiócesis, que ahora cuenta con 289 sacerdotes encargados de atender espiritualmente a más de 3.3 millones de fieles distribuidos en 33 municipios mexiquenses.
Esta vasta área de 4,815 km² está organizada en 143 parroquias y también incluye la Diócesis de Cuernavaca, Atlacomulco y Tenancingo.
Con la partida de Monseñor Marín, se cierra una era de tradición y fervor religioso, dejando un legado de devoción y un vacío en la Arquidiócesis de Toluca.