Las autoridades identificaron a una de las víctimas como A.S.A., Delegado de la comunidad de Buenavista, quien fungía como intermediario entre un grupo delictivo de Michoacán y autoridades auxiliares locales, para obtener información que facilitara extorsiones. Otra víctima, J.B.D., originario de Tejupilco, intimidaba a líderes taxistas en Almoloya de Juárez para exigir cuotas de entre 500 y 1,000 pesos por unidad, afectando a aproximadamente 400 vehículos del municipio.