Diversos empleados de restaurantes, antros y bares realizaron un pronunciamiento conjunto en contra de las políticas del gobierno estatal y de los municipios de Querétaro, para reforzar las medidas en contra de estos establecimientos.
De acuerdo con David Rivera, trabajador del sector, hasta el momento se han clausurado más de 70 establecimientos y 20 cerraron de manera voluntaria, lo cual implica la afectación a más de 700 familias.
“Si los multiplicamos es un promedio de cuatro personas por familia son 2 mil 800 personas. Quizá el gobierno no ha hecho la cuenta en general. Hay una afectación. Se está coartando nuestro derecho al trabajo de forma categórica”.
Incluso, señaló que restaurantes, antros y bares en Querétaro han sido históricamente los más golpeados, ya que en la pandemia también fueron los primeros en cerrar y ahora por las condiciones de inseguridad también son los más afectados.
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“Esta historia se vuelve a repetir. Solo que ahora con el pretexto de la seguridad poniéndonos a nosotros los trabajadores de la noche en la cuerda floja. En el gremio estamos conscientes de tomar medidas de seguridad para nuestros clientes y estamos dispuestos a tomar las medidas de seguridad”.
El trabajador también se quejó de que la política de seguridad va enfocada hacia los clientes, pero no se ha procurado la integridad de los propios empleados de estos establecimientos.
Finalmente, señaló que se ha satanizado al sector de antros y bares. Por ello, solicitó una prórroga para solventar las anomalías relativas a los permisos.