Historias como la de María Guadalupe son un ejemplo de cómo la inclusión y el compromiso de las instituciones pueden cambiar vidas, motivando a la sociedad a construir un entorno más justo y equitativo para todos. Con su historia, María Guadalupe nos recuerda que las barreras más grandes son las que creamos en nuestras mentes y que, con apoyo, perseverancia y una actitud positiva, es posible superar cualquier obstáculo y contribuir a una sociedad más inclusiva.