Tras el hallazgo, los médicos le aplicaron diversas pruebas a la bebé con cola, entre ellos; una radiografía, para descartar irregularidades o estructuras óseas dentro de la cola, una ecografía abdominal. Para descartar malformaciones renales y del tracto urinario o reflujo vesicoureteral, una resonancia magnética, para identificar anormalidades cerebrales y una exploración auditiva y cardíaca.
El estudio subraya que no hay irregularidades, por lo que la bebé está sana y dada de alta para seguimiento ambulatorio.
La bebé recibió un análisis que decía que su extremidad adicional creció 0.8 centímetros, por lo que se le extirpó y la zona afectada reconstruida.
La cola se sometió a más análisis en los que se reveló que estaba integrada por tejido blando, incluyendo tejido fibroadiposo. Estructuras vasculares y haces nerviosos cubiertos por piel, sin alteraciones histopatológicas.
A la bebé con cola se le dio de alta y hasta le fecha no ha presentado complicaciones por el retiro de su cola.