‘Tanda’: ¿Se puede usar como concepto en la transferencia?

Una “tanda” es un sistema de ahorro y crédito rotativo tradicionalmente utilizado en varios países de América Latina, incluyendo México. El pago de las tandas se puede hacer por transferencias, pero qué pasa si pones “tanda” en el concepto de la transferencia bancaria. ¿Te cobra impuestos el SAT?

‘Tanda’: ¿Qué pasa con el SAT si uso ese concepto?

En el caso de que pongas “tanda” en el concepto de la transferencia bancaria, este ingreso podría estar sujeto a revisión por parte del Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Los conceptos que ponemos a todas nuestras transferencias son vigilados por el SAT, y algunas palabras pueden generar sospechas, para realizar una revisión sobre el tipo de ingreso o la legitimidad del mismo.

Conceptos o palabras como “tanda” o “donativo” podrían llamar al SAT a hacer revisiones. Los conceptos que utilizamos en las transferencias se utilizan para identificar o son una referencia para saber de qué es el pago. En este caso, está sujeto a revisión del SAT y puede interpretar como un intento de evitar pagar impuestos o ver que hay algunas inconsistencias.

Qué palabras se deben utilizar?

• Despensa
• Ahorro
• Pago
• Comida
• Transporte
• Deuda

Aunque sea en tono de broma entre las amistades, lo mejor es no utilizar términos como “pa’ las drogas” o “pa venderte”, que sean parte de ilícitos.

¿Qué es una tanda?

Una tanda es un método de microfinanzas informal permite a un grupo de personas ahorrar y acceder a crédito sin la necesidad de un banco o una institución financiera formal.

Las tandas son especialmente populares entre comunidades donde el acceso a servicios bancarios es limitado o donde la desconfianza hacia las instituciones financieras es alta.

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El funcionamiento de una tanda es simple pero efectivo. Un grupo de conocidos o familiares se reúne para formar la tanda y acuerdan la cantidad de dinero que cada miembro aportará regularmente, por lo general de forma mensual o quincenal.

Reglas que se deben seguir 

La suma recogida en cada ronda se entrega completa a uno de los miembros del grupo, siguiendo un orden preestablecido hasta que todos los participantes han recibido el dinero una vez.

La principal ventaja de participar en una tanda es la posibilidad de acceder a una suma considerable de dinero sin intereses. Este dinero puede usarse para cubrir gastos importantes, invertir en un negocio o financiar proyectos personales. Además, las tandas fortalecen los lazos comunitarios y fomentan la disciplina de ahorro entre los participantes.

Sin embargo, las tandas también presentan desventajas y riesgos. La falta de garantías legales en caso de que algún miembro no cumpla con sus pagos es una preocupación constante. Además, no generan intereses sobre el dinero ahorrado, lo que podría considerarse una oportunidad perdida comparado con otras formas de ahorro o inversión que sí ofrecen rendimientos