Entre las dependencias que fueron afectadas, destaca la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que se convirtió en la Secretaría de Bienestar. Esta transformación llevó consigo la desaparición de varios programas, como Oportunidades y Prospera, que había estado en funcionamiento desde hace más de una década y que proporcionaban apoyo a familias en situación de pobreza mediante condicionantes educativas y de salud.