Gran parte del enojo de la comunidad se ha concentrado en el jefe de la policía escolar, Pete Arredondo, quien fue uno de los primeros en llegar a la escuela Robb, en Texas y, de acuerdo con la policía estatal, fue el oficial que estuvo al mando en el lugar de los hechos. En una entrevista con ‘The Texas Tribune’, Arredondo negó que estuviera al mando y, desde entonces, ha tenido licencia administrativa para no presentarse a trabajar; también renunció a un puesto en el ayuntamiento que había ganado antes del tiroteo.