Si queremos determinar qué es conocimiento a diferencia de la mera opinión para poder tomar decisiones éticas, políticas o de otra índole, un paso importante es conocer el origen de nuestras creencias.
¿Es nuestro conocimiento algo que ocurre en la mente? De ser así, ¿cómo llegó ahí? ¿Hay conocimiento anterior a nuestro contacto con el mundo? ¿Hay ideas innatas?
¿Te has preguntado alguna vez si es real la distinción entre un mundo exterior (de las cosas) y un mundo interior (mis sentimientos, emociones y deseos)? ¿Y si fuera una invención? ¿Crees que las ideas son ‘algo’ que está en tu cabeza? ¿Cómo llegaron ahí? ¿Fue gracias a los sentidos que llegaste a tener ideas sobre el mundo?
En la Modernidad, la idea de que el mundo puede dividirse en dos categorías: lo mental y lo físico. Ambos espacios se excluyen mutuamente y, el primero —lo mental— tiene la primacía. Así, Descartes concibe dos sustancias: una es la sustancia extensa (el cuerpo) y otra la pensante (el alma), distinta del cuerpo y más fácil de conocer que él.
Las ideas son modificaciones que suponen una sustancia, sustento de dichas modificaciones: el yo o el alma. Con Descartes surge, pues, la concepción del entendimiento como conjunto de representaciones internas. Surge entonces un problema: ¿Cómo garantizar que las ideas que me hago del mundo, esto es, la imagen mental de los objetos del mundo corresponde con el mundo realmente existente?
Kant profundiza la reflexión acerca del origen del conocimiento. Para el filósofo alemán, nuestro conocimiento es una composición de lo que recibimos a través de las impresiones sensibles y lo que producimos a través de nuestra propia facultad superior de conocer. Es tarea del filósofo distinguir lo que procede de los sentidos y lo que procede de nuestra facultad de conocer.
El origen del conocimiento es una de las preguntas eje de la epistemología que recibió diferentes respuestas desde posiciones racionalistas, empiristas, aprioristas e historicistas.
En base a las preguntas expuestas al principio y en mi humilde opinión, al respecto es la siguiente: ¿Es nuestro conocimiento algo que ocurre en la mente? Si, según Descartes esta es la principal sustancia, que contamos antes del cuerpo. Pues ésta puede prescindir del cuerpo. A mi parecer, considero que tenía la mitad de razón, pues la metafísica si puede ser estudiada a través de sus efectos, y como sabiamente lo comenta Kant, no nos queda más que aplicar la ‘fe’
De ser así, ¿cómo llegó ahí? Según yo, y basándome en que ‘La teoría del conocimiento estudia las posibles formas de relación entre el sujeto y el objeto’, para mi llega el conocimiento a la mente, desde la experimentación de los sentidos, incluyendo el aprendizaje adquirido, por el oído, la vista, el tacto, el gusto, el olfato, más las ideas innatas. Agregando la comprobación del mismo (experimentación), es que el conocimiento, se arraiga convirtiéndolo en creencia.
¿Hay conocimiento anterior a nuestro contacto con el mundo? Considero que sí, pues como explicar la intuición, las ideas innatas, y olvidarnos que pertenecemos a un mundo donde no solo lo que vemos es lo que existe, somos parte de la evolución de especies, y pertenecemos a la especie humana, única que transmite conocimiento, de generación en generación. Traemos en nuestra estructura información tatuada en nuestro ADN, gracias a ello, somos quienes somos, y evolucionamos como lo venimos haciendo.
¿Hay ideas innatas? Considero que sí, y me baso en que El ‘innatismo’, afirma que nuestra mente tiene conocimientos a priori (universales) o innatos sin los cuales sería imposible conocer. Así se ha sostenido que la noción de objeto, o las categorías de espacio, tiempo, causalidad, número, que resultan necesarias para organizar nuestra experiencia, son innatas.
“En la filosofía cartesiana, las ideas no provienen de la experiencia ni del poder de nuestra imaginación. (…) Son aquellas ideas que el espíritu se encuentra en sí mismo desde siempre. (…) La idea de Dios o Infinito es la idea innata más importante. (…) Los empiristas negarán las ideas innatas…. La psicología cognitiva (al menos en alguna de sus versiones, como la de Chomsky) también defiende la existencia de contenidos cognoscitivos innatos”. Así que, para cerrar, pongo sobre la mesa la siguiente pregunta: Si no existieran las ideas innatas, entonces ¿De dónde surgió la presencia de Dios, las leyes universales, y de que la tierra no era el centro del mundo, o que el mundo no era cuadrado, sino redondo?
Excelente semana
Master Coach Ely Machado
Por: Ely Machado
Bibliografía:
http://www.luventicus.org/articulos/03U012/descartes.html
http://www.redalyc.org/pdf/628/62819892010.pdf
“David Hume. Aproximación a su teoría del conocimiento-filosofía”
“La Aventura del Pensamiento – Immanuel Kant”