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Corría el año del 2003 cuando en el mes de agosto de ese año, recibí la invitación de la Lic. Jacaranda López Salas, para incorporarme a su equipo en la transición que se dio en San Juan del Río, al ganar el Partido Revolucionario Institucional en el proceso electoral de ese año.

11 de octubre 2015

Corría el año del 2003 cuando en el mes de agosto de ese año, recibí la invitación de la Lic. Jacaranda López Salas, para incorporarme a su equipo en la transición que se dio en San Juan del Río, al ganar el Partido Revolucionario Institucional en el proceso electoral de ese año.

Yo acababa de recibirme como abogado y me encontraba como secretario del Patronato del Centro Histórico de San Juan del Río.

Así las cosas participe en la entrega – recepción de la administración y para el mes de octubre, cuando ya se encontraba la Presidenta Municipal en el ejercicio de la responsabilidad constitucional, se me pide que ingrese a la Secretaría de Gobierno a fin de apoyar con los pendientes al recién nombrado secretario el Lic. Álvaro Rodríguez de la Vega.

A mediados de ese mismo mes, la Lic. López Salas me pide que me haga cargo como coordinador de turismo municipal; para mí fue una sorpresa, sin embargo acepte el reto y fui a la Coordinación de Turismo Municipal como responsable.

A mi llegada me encontré con dos cuestiones no previstas en lo que fue mi oficina: un personal que no era el más profesional que se hubiera esperado, aunque algunos de ellos con la mejor disposición de trabajar y otros con la clara intensión de bloquear todo lo que se hiciera, y por otra parte con un presupuesto de cero pesos que la anterior administración había dejado. Mi pregunta era: ¿Qué voy hacer?, aunado a esto tuve la presión política por no pertenecer al partido político de la presidenta municipal –situación que en mi vida sigue igual-, y por otro lado la expectativa de lo que se iba hacer en un área tan sensible como el turismo.

Los primeros días escuche a varias personas, muchas de ellas con intereses muy particulares, todavía recuerdo al presidente de una cámara empresarial de la ciudad de Querétaro que me pidió construir un parador turístico a la entrada de San Juan del Río, y que de slogan utilizara la imagen de Jesusito de la Portería y le diera a él la oportunidad de manejarlo. Afortunadamente eso no sucedió.

Después de estas primeras experiencias, acudí a una persona que conocía desde hace algún tiempo y que en la feria del años 2003 me había pedido lo ayudara junto con un gran equipo de personas, me refiero al Licenciado Juan José Ugalde Cabrera, que era toda una institución en nuestra ciudad en el ámbito de la cultura. Con él yo aprendí a trabajar en equipo y a buscar apoyos de donde fuera, a terminar labores a las tres de la mañana y comenzar a las 10 con las siguientes actividades. Era todo un profesionista. Y él fue el primero en ayudarme a salir adelante, y poner en orden la coordinación a mi encomendada.

Ahí entendí la importancia del turismo, pero más la importancia de la cultura, de cómo se deben de dedicar los responsables de la misma a difundirla, a buscar apoyos, a buscar la ayuda de diversas personas y a no estar solos en una actividad que dignifica a la persona; era tal el amor a la cultura que muchas veces el propio Lic. Ugalde Cabrera pagaba de su dinero cosas que faltaban o simplemente pagaba la comida de todos los involucrados en un evento cultural, a veces sin poderlo recuperar por parte de la tesorería municipal.

Este breve relato, me lleva a pensar en la situación actual de la cultura en nuestro municipio, donde definitivamente falta mucho, pero mucho por hacer. Desafortunadamente las últimas administraciones, poco o nada han hecho por la cultura sanjuanense. Es una pena que a menos de una hora, en la capital del estado, tengamos toda una serie de eventos culturales y en nuestra ciudad no tengamos ninguno.

El máximo evento cultural, los Juegos Florales, ha quedado rezagado en esplendor y en participación; no existe una infraestructura adecuada para las actividades culturales, no se invierte en la cultura en sus diversas manifestaciones, como la música, la danza, la pintura, la literatura. A la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro se le extraña en sus presentaciones en la ciudad; y la publicación de libros es algo que anhelan los sanjuanenses.

Hay mucho por hacer en torno a la cultura, son muchas las puertas que hay que tocar y que siguen esperando ayudar a los sanjuanenses, son muchos los involucrados que deben de ser llamados y buscar el desarrollo cultural del municipio, es demasiada la historia que nos rodea para que hagamos muchas publicaciones, es necesario que la cultura también se vuelva autosustentable y urge la creación del Instituto Sanjuanense de la Cultura, a fin de que exista un presupuesto propio y una forma más directa de obtener recursos. San Juan del Río necesita más apoyo en la cultura, San Juan del Río lo requiere y lo merece.

La mano de muchos sanjuanenses está extendida para trabajar, solo falta la aceptación y el compromiso de quien debe acceder a esta disposición de buscar uno de los tantos beneficios que necesitan los sanjuanenses.

Por: Francisco Pájaro Anaya
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