Yendo hacia San Luis Potosí (SLP), observé dos camionetas que iban hacia el sur en la carreta 57 de SLP hacia México. Parecían ser camionetas americanas (no llegué a ver sus placas), pero tenían todo el estilo de venir de allá.
Iban cargadas de maletas en el techo. Me hicieron pensar en los paisanos que cada año regresan a pasar las fiestas decembrinas junto a sus familias, en el país que les vio nacer.
Me imaginé la ilusión que deben de cargar sus estómagos al pensar que a pocos kilómetros verán a su familia después de un año (si bien les fue). Tenemos paisanos que tienen más de dos o tres años sin venir, pues no alcanza para el regreso y los regalos. Algunas personas deciden enviar lo que han podido juntar durante el año y enviarlo a sus hijos/as, hermanos/as, esposas/os y padres y esperarse a ahorrar un poquito más para poder venir y convivir con sus familias e invitarles a pasear a algún nuevo lugar.
Lo que me llamó la atención, es que estamos a finales de octubre y la temporada de regreso inicia a finales de noviembre o principio de diciembre. Y, como sabrán, mi imaginación empezó a rodar a mil por hora, y me realicé las siguientes preguntas: ¿Será que la inseguridad en México, esté causando que nuestros paisanos ya no se esperen a diciembre? Pues son expuestos a saqueos, multas, atracos y barricadas y en algunas carreteras del país, exponen su vida y la mercancía o dólares que traen con ellos, resultado de todo un año de trabajo.
O tal vez abra sido que ¿La globalización, la economía y las clásicas negociaciones burocráticas para regresar a casa (mordidas), estarán causando el efecto invernadero en el comportamiento de la humanidad? ¿Será que el buen fin provoque que los paisanos, decidan invertir en México y no en Estados Unidos? O tal vez sea ¿qué el señor Trump, con su sangre azul, esté causando reacciones en cadena para que la gente se regrese a su lugar de origen?
La respuesta aún no la tengo. Lo que sí sé es que estaré atenta para recibir la respuesta de, qué es lo que está sucediendo.
Paisano, ¿cuáles son las características que tenemos que mejorar, para que puedas vivir gustosamente en este tú país, tú casa? Entiendo que en la actualidad no contamos con circunstancias favorables, también puedo entender que estas situaciones son globales, mundiales y todas están en recesión.
Tu mano es importante. Si has salido del país para emprender una nueva vida, es que tienes ganas y deseos de cambiar tu situación actual. ¿Qué pasaría si regresáramos a todos y todas las paisanos/as, y nos uniéramos y organizáramos para crear esa cultura de trabajo impecable, solidaria, segura, y próspera? ¿Te imaginas?
Te invito a que hagamos conciencia, que nos unamos e involucremos en cambiar eso que no nos gusta. Somos de los países con menos participación ciudadana e involucrada. Cuando hay junta vecinal ¿asistes? O cuando alguien está necesitando ayuda en la calle ¿se la brindas, dudas o temes y al final no se la das? Hagamos de México puentes entre las personas, cambiemos la mirada, pasemos de la energía del miedo al amor, ganemos la confianza entre nosotros/as, reactivemos los colores, la confianza y el poder de ti mismo/a y de las personas que vivimos en este rico y hermoso territorio.
Como tutores de esta realidad actual, formemos y fomentemos personas que confíen las unas en las otras. Creemos patrones de solidaridad, quitemos tiempo de televisión y creemos nuevos lugares culturales, cuidemos los unos de los otros.
Creemos sistemas atractivos para que los jóvenes no se quieran ir a la facilidad de obtener rápido, fácil e ilegalmente sus objetivos. Trabajemos por y para México. Vale toda la pena hacerlo; será el mejor legado para nuestra descendencia. Te invito a sumar fuerzas, a crear acuerdos y a crear de manera activa a nuestro México. Deseo para ti un excelente fin de semana.
Por: Ely Machado
La autora es Master Coach.