Pablo es la primera persona con síndrome de down en Europa que termina una carrera universitaria, habiendo tenido que memorizar todos sus conocimientos en voz alta y con rutinas muy complejas. El joven apostaba porque en el futuro el sistema educativo fuera más plural, rico y diverso, valores que en su opinión ayudarían mucho a este tipo de personas. Su respuesta ante los desafíos del futuro es clara, ya que Pablo Pineda habla de “una sociedad con mejores valores, en la que la diferencia sea vista como un valor y no como un problema o defecto”. En ese sentido si un juez no nos da la razón, acudamos a la siguiente etapa ante el magistrado, si tampoco nos da la razón vayamos al juicio de amparo y si definitivamente aún no encontramos la justicia anhelada acudamos a los organismos defensores de los derechos humanos a nivel internacional.