Los recursos para la educación deben ser respetados, no deben usarcé en frivolidades o ineficiencias. Es una desmesura mantener una estructura orgánica enorme, que en lugar de ordenar y servir, lo que hace es dificultar la operación, pues su diseño no fue guiada por la teoría de Graicunas y otros expertos, fue pensada para colocar recomendados. También daña a la operación una plantilla de funcionarios y empleados innecesariamente engrosada. Por otra parte, en educación es innecesaria esa publicidad llena de falsedades. Finalmente, no tiene nombre dedicar los recursos educativos en fiestas. En la pasada administración de USEBEQ, estas desviaciones se institucionalizaron. Se actuó como si la organización fuera propiedad de los funcionarios encargados. La sociedad espera que esas desviaciones hacia la corrupción se destierren.