A simple vista podrías decirme que estoy en un error. ¿Y qué crees?, ayer lo comprobé. El nuevo reglamento vehicular del Distrito Federal, establece las siguientes nuevas normativas. Deberán respetar el nuevo límite de velocidad de un máximo de 50 km (en vías primarias) y hasta 80 Km/H en vías de acceso controlado (periférico). Se generarán multas de hasta 2 mil 400 pesos por ocupar el celular. Escuchar música fuertemente en el vehículo, ocupar pantallas de GPS o reproductor de películas en la parte delantera de la unidad, te harás acreedor/a a una multa por cualquier aparato u acción que te genere distracción (incluyendo el maquillarse o rasurarse), así, como llevar niños en el asiento del conductor, la falta de uso de cinturones de seguridad para todos los ocupantes de la unidad vehicular. Transportar un tercer ocupante, o menor de edad (12 años) en la parte delantera del vehículo. Estas son algunas de las normas que establece el nuevo reglamento de tránsito.
Si me hubieran preguntado mi opinión antes de haber ido al Distrito Federal, te hubiera comentado. – Sí de por sí, entrar a la ciudad de México es un caos vial, me imagino lo que debe de ser ingresar a la ciudad con estas nuevas normas.
La realidad es que ayer me sorprendí gratamente, cuando al ingresar a la ciudad de México, en la tarde, con el segundo piso del periférico en sentido contrario, la circulación fluía lenta y continuamente. Lo curioso es que generalmente la circulación es de arrancones y frenones, eso hace que la ciudad se convierta en la ley de la selva, y aquellas personas que tengan un vehículo más grande, generan preferencia. Las personas hábiles, lograban meterse con gran facilidad al carril de mayor fluidez, y esto hacía que las vías de comunicación fueran caóticas.
Ayer, me encontré con un tránsito fluido, constante, armonioso, equilibrado y sistémico. Claro, como siempre había aquella persona que no hacía caso al nuevo reglamento y andaba a 100 kilómetros por hora, aun así se notó la gestación de una nueva cultura vehicular. Enhorabuena por los y las conductoras de la Ciudad de México.
Ahora mi reflexión personal fue ¿Cómo aterrizo esto a mi vida personal? Habemos personas rojas, coléricas, de acción aceleradas que en el día a día andamos a 120 km/h, atropellando a las demás personas y según la jerarquía ganamos preferencia por el tamaño del vehículo. Te lo digo y me lo escucho, para que desde la humildad solicitar disculpas. Debo de reconocer, que mi ritmo no es el de las demás personas, que si te atropello por mi acelere, prometo buscar los medios para funcionar de manera armónica con el sistema. Quiero organizarme para circular en el nuevo tránsito, con las nuevas normas viales de 50 KM/H, sabiendo que mi velocidad puede ocasionar accidentes. No pido que te detengas, jamás. Ni que bajes tu ritmo interno, solo quiero generar consciencia que hay un circulo de no influencia cultural, que va más lento y que cuando salgas a la calle, a la parte publica, en lo profesional, seas empático, y te organices para realizar tus múltiples actividades, pues cuando tú vas al ritmo social, logras tu objetivo con mayor facilidad. Disfruta cada segundo de tu vida. Corre, vuela en tus sueños y aterriza tus acciones, generando cause vehicular controlado, sin frenones ni arrancones, que tus acciones sean impulsadora de la nueva cultura, no afectes de manera negativa al sistema. Al contrario, se un causante de admiración, de materialización de proyectos, de fluir en sincro-destino, porque cuando vas al ritmo de la vida sin generar resistencia, ni empujando, vas haciendo que las cosas sucedan en el tiempo perfecto. A fluir con el entorno a 50km/h. Excelente fin de semana.
Por: Ely Machado
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