Descubrí, que “Después de la conquista de la Gran Tenochtitlan un indio otomí llamado Conín o Conni, que significa ruido, oriundo de Nopala, pochtécatl, o sea, comerciante itinerante, quien desde tiempo atrás había traficado con los chichimecas, decidió emigrar juntamente con treinta familias, lejos del dominio español evitando así el vasallaje y al mismo tiempo para poder practicar libremente el culto a sus dioses. Conín, por su trato afable, por su generosidad y carisma, poco a poco atrajo a los chichimecas y a nuevas familias otomíes a ese lugar, multiplicando sus habitantes. Su fama llegó a San Francisco de Acámbaro por lo cual, el encomendero de esa región don Hernán Pérez de Bocanegra vino a entablar pláticas con él, logrando que aceptara el vasallaje a los españoles y el bautismo, tomando en el sacramento el nombre de Hernando de Tapia, también conocido como Fernando.”(fuente:http://www.municipiodequeretaro.gob.mx/contenido.aspx?q=voJvX0R/treTvifX0c9d956t9vPSruW0gVoqKjX25JWRCz/lzCfjlg3te76koQhV). Y posteriormente con la creación de la ciudad, resumí que Querétaro ha sido sede de sucesos que han forjado el curso de la historia nacional. Hemos sobrevivido guerras, epidemias y conquistas; fue testigo de la pérdida de los territorios del norte; ha visto el triunfo de la República y se han firmado dos constituciones. A la historia política se suma ahora la historia económica de una ciudad en desarrollo.