Veintiuno de noviembre de 1916 el C. Rafael Jiménez expresa, a nombre de la Comisión Queretana, al recién formado Nuevo Congreso Constitucionalista convocado por Venustiano Carranza, Primer Jefe de la Revolución Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de la Nación:
“Señor presidente, señores constituyentes: cábeme el para mí altísimo honor de hablar en nombre del pueblo trabajador queretano…Apenas el pueblo queretano supo el decreto de la Primera Jefatura convocando a elecciones para formar el Congreso Constituyente, el pueblo queretano, los trabajadores, esos hombres y esas mujeres dignas por muchos títulos de mejor suerte, se sintieron animados, porque vislumbraron un rayo de esperanza.
¿Para qué un rayo de esperanza? ¿Un rayo de esperanza por qué? Porque pensaron que los nuevos, que los futuros constituyentes, elaborarían una Constitución digna, la Constitución que viniera a calmar un tanto el cansancio, aquella fatiga que desde 1810, desde iniciada la revolución, viene pesando sobre los verdaderos hijos del pueblo, entre quienes he vivido, entre quienes he palpado sus miserias, sus aspiraciones supremas; se han congregado ahora al llamamiento del Partido Liberal de Querétaro para venir a saludar efusivamente, entusiastamente, calurosamente, a los ciudadanos diputados constituyentes … Estos que estamos aquí somos los representantes de todo el pueblo queretano que viene a decir a ustedes que espera que la Constitución sea verdadera, real, efectiva, liberal y fundada sobre bases inconmovibles…Creemos que estaréis a la altura de las circunstancias, creemos que laboraréis por los ideales que abriga nuestro Primer Jefe, el señor Carranza”.
Durante su trayecto a Querétaro, Venustiano Carranza fue notificado por un mensaje enviado por el General Álvaro Obregón manifestando que los presuntos diputados que hubieran formado parte de la XXVI Legislatura, o sea del llamado grupo renovador, no deberían ser admitidos a causa de que habían servido a la usurpación de Victoriano Huerta y con ello sumándose a la oposición manifiesta de Pancho Villa desde un principio, hacia el movimiento constitucionalista. Ante estos hechos, vía telégrafo Venustiano Carranza escribió:
“Tengo conocimiento de que hay el propósito de desechar las credenciales de unos diputados al Congreso Constituyente, acusándolos de haber pertenecido en México como diputados a la primera XXVI Legislatura del Congreso de la Unión, después de los sucesos de febrero de 1913; pero sobre este hecho puede usted hacer, en el momento oportuno, a quienes hagan tal impugnación, la declaración de que yo di instrucciones al licenciado Eliseo Arredondo, para que las trasmitiera a los partidarios de la revolución dentro de la Cámara, en el sentido de que, como sus servicios me serían menos útiles en las operaciones militares, continuaran en sus puestos, organizaran la oposición contra Huerta, procurasen que no se aprobase el empréstito que trataba de conseguir y le estorbaran en cuanto fuera posible, hasta conseguir la disolución del Congreso. A esto se debió que permanecieran en México y por eso he seguido utilizando sus servicios, pues algunos de aquellos diputados han permanecido al lado de la Primera Jefatura, desde antes de la Convención de Aguascalientes, y en la campaña contra la reacción villista. Salúdolo afectuosamente”.
Venustiano Carranza
Fue el Sr. Palavicini quien hizo notar a Carranza que la Nación podría juzgar la expedición de los decretos que se pretendían emitir para reordenar a la nación como un simple ardid político o como una obra demagógica, y que “la única manera franca y viril de asumir la responsabilidad política de una revolución social, era convocar a un Nuevo Congreso Constituyente”. La proposición parecía audaz y era singularmente peligrosa. El título de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, el nombre “constitucionalista” del Ejército y el argumento legal invocado por el Gobernador de Coahuila para levantarse en armas contra el usurpador, estaban basados en la Constitución de 1857. Desde la aparición del primer artículo convocando al Nuevo Congreso Constitucionalista, muchos jefes militares protestaron ante el señor Carranza. El escrito no publicado en forma oficial del General Obregón fue tan solo una de las muchas informidades que surgieron a raíz de la convocatoria a formular una nueva Constitución.
Este era el contexto en que se formularía la Constitución de 1917. La experiencia y la historia han demostrado que las reelecciones indefinidas, que el continuismo en el poder, han originado daños incalculables para el progreso del país, han creado grupos opresores, han fomentado castas privilegiadas, han prostituido la justicia, han anulado los derechos políticos y hasta los civiles de los ciudadanos. Por ello, era imprescindible que se formulara una nueva la constitución que prohibiera la reelección.
El Nuevo Congreso Constituyente quedaría integrado por los 218 diputados y 56 abogados, 28 militares, 24 obreros, 21 médicos, 18 ingenieros, 16 de distintas profesiones, 13 profesores y ocho periodistas. La constitución de 1917 promulgada 3 meses después en 1917, se convertiría en la primera en la historia a nivel global en incluir los derechos sociales, marcando de esta forma un antecedente lo que le valió ser reconocida como ‘la primera Constitución social del Siglo XX’. El 5 de febrero de 1917 se leyó públicamente, en el jardín Zenea, por José Vázquez Mellado, el texto de la nueva Constitución.
Los antecedentes de la Constitución de 1917 están en el Acta Constitutiva de la Federación, la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, las Siete Leyes Constitucionales de 1836, las Bases Orgánicas de la República Mexicana de 1843, el Acta Constitutiva y de Reformas de 1847 y la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857.
Dentro de las principales aportaciones de la Constitución de 1917 se encuentran:
La no reelección del presidente
Las garantías individuales
La división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Federal
Se eliminó dejo la figura de Vicepresidente
Se dio mayor soberanía a todos los estados de la República
Leyes aplicadas a la propiedad
de la tierra
Leyes que regulan relaciones laboral, con jornales de ocho horas
Derecho a la educación laica y gratuita
La libertad de expresión y libre asociación de los trabajadores
La regulación de monopolios y de explotación de minas y recursos naturales, entre otras
Su nacimiento se da en medio de lo que hasta hoy caracteriza a nuestra Patria, un pueblo profundamente dividido. Fueron muchos los constitucionalistas que fueron perseguidos por los opositores, algunos de ellos desaparecieron, como mi tío abuelo, constitucionalista del estado de Jalisco, hasta el mismo Carranza y sus detractores como Villa y el mismo Obregón fue asesinados y traicionados.
La Constitución de 1917 fue la realización de los ideales de las revoluciones de 1910 y de 1913 en un intento por formar un estado jurídico que contuviese las aspiraciones sociales del pueblo que éramos en aquel entonces, hartos de los regímenes dictatoriales de la segunda mitad del siglo XIX, sin embargo, como suele suceder, las nuevas constituciones son dictadas por partidos, que aunque en 1917 no se había constituido, el gran ganador fue el Partido Nacional Revolucionario que se apropiaría del poder por mas de setenta años.
Cumple 99 años nuestra Constitución o lo que queda de ella, luego de más 560 reformas contra 27 que tiene la de los EEUU en 229 años. Tanta reforma…¿habrán servido en algo para hacer realidad los ideales sociales con las que fue formulada o para una Patria más justa y equitativa?
Por: Sergio Ibarra