El tamaño de la ciudad de entonces, 440 mil habitantes, permitía recorrerla desde el Centro hasta el Río, del Campestre hasta el Corregidora o ‘hasta’ Jurica, sin malgastar buena parte del tiempo en coche o camión. En la década de los ochenta, las ciudades aledañas a la capital del País fueron refugio de muchas familias que optamos por la paz de la provincia. El temblor de 1985 propició el inicio de una amplia migración a Querétaro, que hoy la convierte en la cuarta ciudad con mayor crecimiento. El 37.4 por ciento, proviene de la Ciudad de México por las oportunidades de empleo, seguridad y educación.