El pasado fin de semana, en nuestra ciudad de San Juan del Río se presentó un fenómeno meteorológico, el cual trajo como consecuencia que lloviera de manera continua durante más de una hora, pero aunado a eso la cantidad de agua fue superior a lo que normalmente cae en una lluvia común y corriente.
La lluvia en San Juan del Río es común, creo que la ciudad se encuentra favorecida por esa circunstancia, ya que muchas ciudades carecen del vital líquido y de las lluvias constantes. Nuestra ciudad no tiene el problema de la escases del agua, sobretodo que históricamente el río San Juan ha sido un factor para que los sanjuanenses tengamos el vital líquido, aunado a la vegetación y a las zonas boscosas que generan un excelente clima en la región.
Sin embargo el fenómeno del pasado fin de semana ocasionó grandes inundaciones en la ciudad, a la vez que propició también daños a la infraestructura de los servicios públicos, a las calles y a los domicilios particulares.
Las crónicas de la ciudad nos hacen referencia a las situaciones de inundación en la ciudad, sobretodo en momentos en donde las crecientes del río San Juan han invadido partes de la zona urbana.
Es de recordar, por ejemplo, que la construcción del ahora llamado: “Puente de la Historia”, se originó por la creciente del río San Juan y sobre todo cuando el río crecía en demasía y propiciaba que las personas no lo pudieran cruzar a pesar de que existían un servicio de canoas manejadas por la Cofradía de la Virgen del Rosario. Esta necesidad de cruzar el río originó que se construyera uno de los más importantes íconos de la ciudad.
Se sabe que a actual avenida Juárez fue trazada de acuerda a la corriente de las aguas que bajaban de las partes altas y cuyo final era el propio río. Por eso, nuestra Calle Real no tiene un trazo recto, si no que se sigue un trazo completamente irregular por esa gran bajada de agua. Es algo que luego pasa desapercibido y que no reviste mucha importancia, sin embargo constituye un elemento sumamente importante para la historia de esta vía, ahora Patrimonio de la Humanidad por el acuerdo del año 2010.
Ya en el siglo XX se hablaba de una gran tromba que se precipitó sobre la ciudad y que inundó hasta el templo del Beaterio y el antiguo Hospital General de la ciudad que se ubicaba en la Avenida Juárez. Esta tromba de los años cincuenta, incluso cobró algunas víctimas en la calle de la cuesta, ya que una bajada de agua propició que se ahogaran algunas personas de la zona.
En la lluvia del pasado fin de semana, muchos inmuebles resultaron afectados por la bajadas de lluvia y sobre todo por algunas cuestiones que surgieron con la lluvia, como por ejemplo la caída del granizo, los árboles, el lodo y algunas otras circunstancias.
Me llamó la atención la inundación de dos templos del centro de la ciudad el Templo de Santo Domingo y el Templo de Nuestra Señora de los Dolores (El Beaterio), mismos que resultaron con una inundación considerable y con una afectación por la humedad que se trasmitió a sus paredes.
Muchas casonas del centro de la ciudad presentaron ese mismo problema. En algunas hubo desprendimiento de pintura e inundaciones en sus techos. Espero que los propietarios de estos inmuebles puedan darle el mantenimiento correspondiente y que no tengan mayores consecuencias.
Así las cosas, en un poco más de una hora los sanjuanenses vimos cómo se precipitó cerca de 17 por ciento de lo que normalmente llueve durante un año, esperemos que estos fenómenos naturales no sean muy frecuentes, pero sobretodo nos obligan a hacer conciencia de los cambios que estamos haciendo a nuestro ecosistema y que todos somos responsables de los mismos.
Algo que también debemos de hacer es no contaminar nuestra ciudad, y sobre todo no tirar basura. Algo que me llamó la atención fue ver las alcantarillas llenas de basura; es algo que también provoca que no funcione como debe ser nuestros drenajes. Tenemos que estar preparados y parte de responsabilidad y de acción corresponde a nosotros.