En español, ciertas palabras son parecidas entre sí pero poseen significados distintos. Te comparto aquí, lector/lectora algunos de los casos más frecuentes, para evitar su uso equivocado. HAYA/HALLA. “Haya” corresponde al verbo haber. Por ejemplo, “No creo que se haya encontrado aún la solución”. En contraste, “halla” es del verbo hallar o encontrar: “Si usted … Leer más
En español, ciertas palabras son parecidas entre sí pero poseen significados distintos. Te comparto aquí, lector/lectora algunos de los casos más frecuentes, para evitar su uso equivocado.
HAYA/HALLA. “Haya” corresponde al verbo haber. Por ejemplo, “No creo que se haya encontrado aún la solución”. En contraste, “halla” es del verbo hallar o encontrar: “Si usted halla el tesoro, considérelo suyo”. Un ejemplo con ambas: “No creo que me haya entendido; si halla errores en el documento, corríjalos usted”.
HAZ/HAS. “Has” es el presente del verbo haber y se utiliza para formar el pretérito perfecto: “Has hecho un gran esfuerzo, te mereces el premio”. “Haz” es el imperativo del verbo hacer: “Haz lo que te pedí”. Una frase en la que se utilicen ambas sería: “Puesto que te has ganado mi confianza, haz aquello que tú consideres conveniente”.
HABER/A VER. Como vimos antes, haber es un verbo auxiliar: “Si sigue lloviendo de esta manera, va a haber más inundaciones”. Por su parte, la expresión “a ver” se utiliza para expresar curiosidad, en el sentido de algo que estaría por verse. Ejemplo: “A ver si juegan mejor los Gallos Blancos esta temporada”. Entonces, en vez de escribir frases como “¡Haber si te callas!”, deberíamos hacerlo así: “¡A ver si te callas!”
HA HABIDO/HAN HABIDO. Es común escuchar la expresión “han habido”, incluso en espacios de la radio y la televisión. Evitemos decirla, pues el verbo haber no se conjuga en plural por ser impersonal. Así, en vez de expresar que “han habido varios intentos de alterar la paz pública últimamente”, deberíamos afirmar: “Ha habido varios intentos…”
REDUNDANCIAS. En ocasiones escuchamos expresiones como las siguientes: “hallazgos encontrados”, “actividades realizadas” o “hechos ocurridos”. Si ponemos atención, en cada caso los dos términos significan exactamente lo mismo: un hallazgo es, precisamente, encontrar algo; cuando somos activos es porque estamos realizando cosas; un hecho es un suceso y los sucesos son cosas que necesariamente ocurren. Por lo tanto, en vez de decir “Los hallazgos encontrados fueron sorpresivos”, bastaría con: “Los hallazgos fueron sorpresivos”.
ÁLGIDO. Cuando expresamos que “el momento es álgido”, es claro que nos referimos a que es culminante. Curiosamente, este vocablo proviene del latín “algidus”, que significa “tener frío” y se utilizaba para describir situaciones de frío máximo, por ejemplo en el caso de ciertos enfermos graves. Con el tiempo, se generalizó a todo tipo de situaciones extremas. Por ello, a una discusión que llega a su máximo nivel de tensión se le describe como álgida.
ISIS. A diario leemos y escuchamos sobre los cobardes atentados de este grupo terrorista. Pero, ¿de dónde viene esta palabra? Corresponde a las siglas de “Islamic State of Iraq and Syria”. Para evitar el anglicismo, refirámonos simplemente al “Estado Islámico”. Los integrantes de este grupo político se describen a sí mismos con la palabra Daesh, que es el equivalente de ISIS en árabe: al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham.
MASCAR/MASTICAR. Si bien ambos verbos se refieren a la acción de partir y triturar con la dentadura, “mascar” lleva el significado adicional de disfrutar del sabor de lo masticado. Por ejemplo, mascar chicle o mascar tabaco.
EXCUSA/PRETEXTO. A pesar de que ambos términos son generalmente usados como sinónimos, no significan lo mismo. En una excusa, la razón o argumento con el que se justifica un determinado fallo o error siempre es verdadero. En cambio, en un pretexto la causa es inventada y lleva el propósito de evadir la responsabilidad por dicho comportamiento. Dicho de otra manera, la excusa es válida; el pretexto, no.
ADONDE/ADÓNDE/DONDE. “Adonde”, sin acento, es un adverbio que indica movimiento: “El pueblo adonde generalmente voy de vacaciones es muy tranquilo”. Una manera de saber si debemos escribirlo de dicha manera es sustituyéndolo por la expresión “al cual”. Ejemplo: “El pueblo al cual generalmente voy de vacaciones…”. No confundir con el término “adónde” (acentuado), un adverbio interrogativo que significa “a qué lugar”. Ejemplo: “¿Adónde fuiste anoche?” Por otro lado, ¿cuándo debemos usar “donde” en vez de “adonde”? La forma “adonde” se usa con verbos que implican dirección: “Desconozco el lugar adonde te diriges”, mientras que “donde” se utiliza con verbos que no indican dirección: “Aquí es la ciudad donde nací”.
AUN/AÚN. ¿Cuándo lleva acento “aún” y cuándo no? Con acento equivale a “todavía”. Ejemplo: “Aún no me has respondido lo que te pregunté”. Sin acento, equivale a “incluso”. Ejemplo: “Viajó con toda su familia, aun con la abuelita”. En la siguiente frase se utilizan los dos vocablos: “Aun los más optimistas sienten desesperanza: aún no entiendo por qué”.
Referencias bibliográficas: Fundación del Español Urgente (Fundéu): http://www.fundeu.es/ y Wikilengua del Español: http://www.wikilengua.org
(*) Doctor en Comunicación por la Universidad de Ohio y Máster en Periodismo por la Universidad de Iowa