Hace exactamente 10 años, una bajista de la que nadie había oído hablar hizo su debut en un concierto de la célebre Allman Brothers Band, en un teatro neoyorkino, ante 5 mil personas. Esto no tendría mayor relevancia de no ser porque a sus escasos 19 años, la mujer pisaba por primera vez un escenario.
Cabe también mencionar que en los años subsecuentes esta admirable guitarrista ha sido invitada a colaborar con rockeros y jazzistas de la talla de Mick Jagger, Ringo Starr, Prince (q.e.p.d.), Sting, Eric Clapton, Jimmy Page, Jeff Beck, Chick Korea y Herbie Hancock.
Este joven prodigio es Tal Winkenfeld, una australiana que se ha ganado la admiración de propios y extraños por su inusual combinación de juventud y virtuosismo. No en vano la revista Glide la ha descrito, sin escatimar halagos, como “la muchacha de los dedos mágicos”.
¿Por qué les estoy hablando de este nuevo portento? Por mi enorme sorpresa, hace unos días, al verla por vez primera en un video de un concierto del célebre guitarrista inglés Jeff Beck. Cuando los integrantes del grupo de rock, cuya edad promedio ha de andar por los sesenta y tantos, entraron en escena, hizo su aparición con ellos una sonriente jovencita, quien con la mayor naturalidad empezó a tocar el bajo como los mismos ángeles del cielo.
Abordado recientemente por la revista Digital Trends, Beck – sin ocultar su profunda devoción – se refirió de esta manera a Winkenfeld: “¿Verdad que es una extraordinaria intérprete? Sabe cantar, escribir canciones y tocar la guitarra; hace de todo” (ya en una ocasión previa la había descrito como un genio).
Para darnos una idea de lo lejos que esta pelirroja de cabello ensortijado ha sabido llegar, baste con mencionar que a ella le ha correspondido el honor de abrir los conciertos de la presente gira de The Who, una banda cercana a los Rolling Stones y Los Beatles en importancia. La Ciudad de México, por cierto, está incluida en la gira; su concierto será el 12 de octubre en el Palacio de los Deportes (con suerte, Winkenfeld la hará de telonera).
En la época actual, la mayor gracia de millones de jóvenes se reduce a contar con amigos de a montón en sus redes sociales y más o menos conocer Pokémon GO, el videojuego de moda. Los logros de Tal Wilkenfeld me parecen, en cambio, colosales y bien podrían servir de ejemplo a los millones de chicos y chicas de su generación.
Intrigado por saber de qué manera se las arregló la novel bajista para llegar a la cima en un período tan breve, me di a la tarea de hurgar en la prensa internacional.
Nacida en Sydney, empezó a tocar guitarra a los 14 años. A los 16 abandonó su tierra natal para enrolarse como estudiante de Los Angeles Musical Academy. A los 18 había ya formado su propia banda y a los 20 ya había grabado ‘Transformation’, su primer álbum. A los 21 se presentó en un festival de música en Chicago, al lado de Jeff Beck. Dicha actuación ha sido vista 10 millones de veces en YouTube.
Entrevistada por Aesthetic Magazine, describió así sus inicios: “Mi acceso a la música era muy limitado y me fui a los Estados Unidos siendo muy joven. Muy pronto empecé a tocar con un montón de gente, verdaderas leyendas. Yo no estaba familiarizada con quiénes eran ellos, pues no había tenido oportunidad de escuchar su música aún. Así que las cosas sucedieron más o menos al revés.”
Cuando se le preguntó cómo ha sido su experiencia de tocar con gigantes de la música, respondió: “Es como si tuvieras una conversación con una persona sumamente sabia, perspicaz e inteligente. Y mientras sostienes esta conversación, sientes como si tu mente te llevara de un lugar a otro de una manera completamente diferente, por la manera en la que funcionan sus mentes”.
A una reportera interesada en saber qué tanto le estresa subir a un escenario, le aseguró que no era el caso: “Me emociona la incertidumbre. Obviamente me gustan los riesgos y he tomado muchos en mi vida…disfruto el suspenso… algunos me veían como bicho raro y esto significó para mí una educación invaluable.” En la misma vena, le confió al periodista Mike Mettler: “Creo que la clave estriba en saber pasarse un buen rato; siempre me he divertido muchísimo: no quiero tomarlo como algo demasiado serio”.
Para finalizar, si al lector/lectora le interesa ver el concierto que me convirtió en su fiel seguidor, puede encontrarlo en YouTube como “Jeff Beck Performing This Week Live at Ronnie Scott’s Jazz Club”. Podrá así decidir, por sí mismo, si los adjetivos que he utilizado para referirme a este formidable talento femenino resultan o no exagerados.
(*) Doctor en Comunicación por la Universidad de Ohio y Máster en Periodismo por la Universidad de Iowa