Si la brecha entre Clinton y Trump fuera aún de 4-5 puntos, ella se encontraría a salvo de uno de los posibles imprevistos que pueden suceder: una enfermedad más grave que la que ya padece ella, un atentado terrorista en EU o en Europa, un descalabro de Clinton en uno de los debates, o un nuevo escándalo de corrupción o encubrimiento por parte de la candidata demócrata. Con la elección prácticamente empatada, sería altamente improbable que ella pudiera sobrevivir a cualquiera de estos acontecimientos imprevisibles, pero no imposibles. Para todos fines prácticos, el resultado de la elección ya está en el aire.