El poeta argentino, Fabián Casas, decía que el inicio de la literatura universal no fue con Kafka, Cervantes o Nabokov: el mejor comienzo de la literatura universal fue con la final Alemania-Holanda del Mundial de 1974. En aquel juego, los holandeses perdieron contra toda lógica, había sido el mejor equipo del torneo, pero el futbol, al igual que la literatura, otorga desdoblamientos dramáticos. Siempre será recordado Héctor como el gran guerrero de Troya, pero que no pudo vencer a Aquiles, así como Cruyff, quien fue el artífice que revolucionó el futbol, pero no ganó la copa del mundo.