Estamos en Navidad, la fiesta que humaniza a todas o a la gran mayoría de personas, la fiesta que imprime un cambio en la vida cotidiana de la sociedad, la fiesta del recuerdo, de la nostalgia, de la alegría, de las risas, de las ilusiones, de las compras, de los gastos, de los excesos, etc, etc; una fiesta que año tras año se repite. Pero realmente, ¿Cuál es el sentido de la Navidad?
Creo que lo primero que debemos de tener en cuenta es ¿Qué es la Navidad?
Al hablar de Navidad, muchos lo asocian a regalos y a fiestas, que al final de cuenta en muchos de los casos pueden ser válidos. Sin embargo la Navidad es el recuerdo que los cristianos tenemos del nacimiento de Jesucristo. Es la celebración del hecho de que el hijo de Dios se hace hombre y naciendo de la Virgen María se hace uno como nosotros. Eso es lo que celebra el cristianismo, no es celebrar la fecha, es decir no es celebrar el 25 de diciembre como tal, si no celebrar ese hecho que a veces pasamos desapercibido: Dios que se hace hombre, Dios que deja su grandeza y se convierte en un ser humano, igual que cada uno de nosotros, Dios que nace de una mujer y que nace como un ser humilde, indefenso, pobre, en un lugar no digno para un ser humano –entre los animales-, ese es el recuerdo que celebramos.
A veces no comprendemos lo maravilloso que es el nacimiento de Cristo, y nos basamos solamente en la fecha: 25 de diciembre, sin valorar el sentido que tiene la Navidad para cada uno de los que creemos en él. Jesús –el Dios con nosotros- el Emmanuel anunciado por los profetas, viene a realizar su labor salvadora para los hombres, viene a mostrar su misericordia para la humanidad que se encuentra en tinieblas, ese es el sentido de la Navidad.
Comentaba al inicio de esta colaboración que es una fiesta que humaniza a la sociedad, y esto lo comento por que se en estas épocas del año se da ese fenómeno, que debería de darse de manera permanente, y que es el tratar a los demás como personas, es decir: hablándoles, dándoles un abrazo, dándoles un pequeño obsequio, haciéndolas participes de lo que es una fiesta, y esto se logra con la presencia de Jesús en su nacimiento. Que lastima que solamente se hace en este momento, debería de hacerse en todo tiempo y en toda circunstancia, ese es también uno de los efectos que no valoramos del nacimiento de Jesús.
Navidad incluso históricamente pues no es lo que se piensa, puesto que el nacimiento de Jesús no sucedió un 25 de diciembre, ya que no se tiene una exactitud de la fecha precisa, solo se tienen los datos que refieren los evangelios, sobre todo lo quienes gobernaban y que sucedía en el mundo, pero no la fecha correcta. Solo un dato hace referencia a la probable fecha del nacimiento ya que se menciona que los pastores antes de acudir a Belén se encontraban en los campos cuidando sus rebaños. Esto solo pudo suceder por la primavera o el verano, ya que son las temporadas que el clima permite la acción descrita.
La Kalenda de Navidad es un ejemplo de la narración histórica del nacimiento de Jesús, y que ya casi no se comenta, ojalá se pudiera rescatar.
Navidad del 2016, una Navidad para muchos difícil por las situaciones de inseguridad del país, por la inestabilidad económica, por los cambios políticos que a nivel mundial se avecinan, es una Navidad diferente. Sin embargo el nacimiento de Jesús viene a traer nuevas esperanzas en un mundo complicado y en un mundo que cada día se presente más difícil.
Deseo sinceramente que esta Navidad sea un momento de esperanza y de reflexión, que en nacimiento de Jesús el hijo de Dios hecho hombre, sea también un momento de alegría que perdure en toda la humanidad. A todos los lectores de “Soy puro San Juan del Río”, les deseo una muy Feliz Navidad 2016.