Estábamos en el edificio de Aulas IV en el Tec de Monterrey Campus Estado de México, esperando a nuestro profesor de Seminario de Contabilidad Administrativa. Jueves a las 07:00 horas. De pronto, uno de los compañeros, nuestro querido amigo ‘el Ufo’ Carstens empezó a gritar “¡Está temblando, está temblando!”. En realidad el sismo fue prácticamente imperceptible en los rumbos del Lago de Guadalupe, así que, una vez que los pocos que le siguieron la corriente se dieron por vencidos y regresaron al salón, empezamos la clase.