Seth Pérez Melesio
@sethti
Coordinador académico en el ITAM del diplomado Inteligencia de Negocios y del seminario Datos que transforman: Movilidad, empleo y salud.
¿Es posible lograr la transparencia del actuar diario de todos los involucrados al utilizar los recursos del 19S? Es una obligación y una propuesta: el Censo Ciudadano de Afectados (CCA). La transparencia carece de sentido si no logra utilidad. Publicar a fin de año gastos gubernamentales permite conocer, criticar, pero en pocos casos mejorar. Si se generaron ineficiencias o corrupción el daño ya está hecho, es irreversible. Podríamos adicionar al ‘Open Data’ el ‘Actionable’. Es decir, datos que permitan generar acciones preferentemente preventivas o para reducir riesgos.
Si la CCA otorga transparencia en el proceso ayudará a validar que lo recibido se da conforme las necesidades y en coordinación con todos los actores y expertos, evitar ‘freeriders’ o colados, evitar ineficiencias en cualquier paso o actividad, facilitar la rendición de cuentas de organizaciones formales y espontáneas, garantizar que la ayuda se entrega por prioridad y sin sesgos. Sumando los recursos entregados por persona o inmueble afectado podríamos validar que lo que reciben sea igual a la suma de lo entregado por gobierno, empresas, organismos internacionales y el público en general. Además ayudaría a garantizar que los empleos creados por las acciones de la ayuda beneficien en primer lugar a los afectados sin empleo, los comercios locales y sus comunidades.
¿Por qué un CCA ayudaría a la pronta recuperación económica? El gobierno no cuenta con todo el personal para otorgar lo que requerirá el país como la reconstrucción de casas, equipo de logística, brigadas que dan alimento. Las acciones de recuperación tendrían un efecto positivo en la economía cuando las empresas, organizaciones y el propio gobierno den prioridad de empleo a los afectados, incluidos los que perdieron su lugar de trabajo.
Hay obstáculos que superar, pero el ejemplo de una sociedad participativa nos obliga a buscar el cómo, eliminando obstáculos y candados. Ya nació el colectivo de activistas digitales. El reto es unirnos y no trabajar en tribus o grupos aislados pensando que solo nuestra idea es la mejor y, por supuesto, debemos dar transparencia ¡ya!