Con el Internet, y sobre todo, con la llegada y crecimiento de la Banda Ancha, dónde ahora estamos “on line” prácticamente todo el tiempo (más de 8 horas diarias, de cuerdo al Estudio sobre los “Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2018”, aunque la gente percibe que está conectada las 24 horas), los llamados “Ríos de Información” son verdaderos caudales que pueden absorber el total de nuestro día, y, prácticamente sin darnos cuenta, parecería que estamos muy bien informados, al tanto de lo que está sucediendo en todo el mundo, sin embargo, sin un período de reflexión, de asimilación de esas cifras, y sin la capacidad de interrelacionar las distintas variables y sus valores, el contar con toda esa información, sólo nos convierte en “lectores digitales”, o casi una interfaz entre la fuente y el medio, sin que realmente se pueda almacenar, analizar y aplicar dicha información.