Hugo Lora
La fisión nuclear, como fuente de energía, siempre ha tenido innumerables beneficios: es limpia durante todo su proceso de generación, es barata, su producción es constante y es casi inagotable. Pero sus beneficios son puestos a prueba por sus perjuicios. Como ejemplo, tenemos Hiroshima, Nagasaki y Chernóbil, ciudades que vieron sus poblaciones y edificios reducidos casi completamente por el poder destructivo.
Aunque en las últimas columnas hemos hablado de las bondades de la tecnología en un sistema democrático, como en el ejemplo anterior también existen serias amenazas.
El uso de las plataformas digitales a las que acezamos todos los días (WhatsApp, Twitter, Facebook, Instagram, entre otras) nos ha convertido en recipientes casi instantáneos de nueva información, pero nos hemos preguntado si ¿esta información que consumimos es real o benéfica? Estas herramientas también han sido grandes difusores de desinformación o, como en anglicismo, ‘fake news’. Para ver ejemplos de lo anterior no es necesario salir de nuestro país; en las elecciones presidenciales de 2018 llovieron estas por todos lados. Vimos ejemplos como el de la relación familiar de Ricardo Anaya con el expresidente Ricardo Salinas de Gortari, y aunque nos de risa, esta imagen fue compartida más de 160 mil veces en mayo de dicho año electoral. También, un video del papa Francisco, visto más de 2.5 millones de veces, en el que supuestamente hablaba en contra de la ideología del presidente actual, cuando en realidad este jamás se pronunció, ni a favor ni en contra, de ningún candidato presidencial o de las elecciones mexicanas.
Independientemente de nuestras filias, la desinformación puede influir fuertemente en las decisiones que tomamos. Al hablar de la democracia, un solo post puede cambiar el sentido de la votación de muchas personas de un lado u otro. Sabiendo esto y formando parte de una democracia, es de suma relevancia que todos los que pretendemos mantener una actividad constante en redes sociales durante dichos tiempos, nos remitamos a compartir información oficial o verificada para así poder tomar una decisión completamente libre.