Alejandro Gutiérrez Balboa
Mientras el principal responsable de la seguridad de nuestro país miente y oculta la realidad, evade dirigir un proyecto de fortalecimiento, seguridad y defensa real, la infraestructura del país yace indefensa ante ataques de agentes adversarios, de países interesados y de grupos criminales de toda índole.
En otras partes del mundo, con más responsabilidad, honestidad e interés real por el bien del país, otro tipo de gobiernos se encargan de atender el problema. Desde hace unos seis años, el gobierno de Gran Bretaña ha erigido un Centro de Seguridad Cibernética Nacional, con la misión de obtener inteligencia enemiga u hostil, y desarrollar escudos protectores para la infraestructura cibernética del país. Lo relevante es la capacidad del Centro de interrumpir o alterar, de degradar y hasta de destruir infraestructura crítica de un potencial enemigo (no sólo la cibernética), en un posible conflicto informático o en caso de guerra abierta contra algún país.
Gran Bretaña tiene una larga tradición en el campo de la inteligencia y las comunicaciones, sólo hay que recordar que en la I Guerra Mundial filtraron el supuesto telegrama Zimmerman alertando a Estados Unidos del apoyo que Alemania daría a México para recuperar los territorios arrebatados el siglo anterior y finalmente lograron el ingreso norteamericano como sus aliados en el conflicto; o bien la habilidad de sus investigadores al descifrar en la II Guerra Mundial la máquina alemana Enigma que éstos usaban para cifrar y descifrar mensajes entre sus combatientes, y que no supieron que eran leídos por la inteligencia británica.
Los ingleses no sólo entienden la seriedad, el alcance y la gravedad de un conflicto cibernético contra otro país u organización terrorista adversa. No hay país alguno en el mundo que pueda pretender estar al margen o a salvo de este tipo de amenaza, sobre todo cuando la inteligencia artificial ha potenciado las capacidades de penetración y ataques contra infraestructuras de todo tipo.
En México ya tuvimos el caso de ataques graves, lo mismo a Pemex que a la secretaría de Economía, pero el más grave fue a la secretaría de la Defensa Nacional efectuado por un grupo denominado Guacamaya. Además, se ha revelado que dos terceras partes de los ataques cibernéticos ocurridos contra países de América Latina, el blanco fue nuestro país y que tan solo en el ámbito financiero, cada día crecen más y más este tipo de intrusiones. Entonces, hasta países con población de tan sólo un millón trescientos mil habitantes son potencia en este tipo de escudo, no así nosotros que estamos casi por completo vulnerables.