La verdadera trascendencia de la educación no reside únicamente en la adquisición de conocimientos académicos, sino en su poder de mejorar generaciones enteras, de fortalecer sus mentes y sembrar semillas de cambio positivo para el mundo. En un país marcado por la diversidad cultural y la riqueza de su historia, de sus avances y lucha por mejores condiciones de vida, la educación, actúa como un puente entre el pasado y el futuro, que permite la equidad y la generación de oportunidades.
El sendero hacia la calidad no está exento de desafíos, persisten brechas que aún tenemos que caminar a paso firme, que nos lleven a alcanzar el pleno desarrollo del potencial humano de nuestras niñas, niños y jóvenes, y que las barreras se rompan para garantizar el acceso a una educación a la altura de las necesidades de los tiempos actuales.
Reconocer el valor incalculable de las y los educadores, quienes día a día, con dedicación y pasión, son arquitectos de sueños, pues su labor va más allá de transmitir conocimientos; representan la guía, el estímulo y la inspiración que moldean las mentes jóvenes, como una fuerza poderosa capaz de transformar vidas.
Querétaro es un ejemplo de cómo, cuando se invierte en su sistema educativo, se está invirtiendo en su propio futuro, en el florecimiento de sus ciudadanos y en la construcción de una sociedad más justa y próspera, donde cada paso, es un pilar fundamental en la construcción de un país más fuerte y vibrante.
Es así que, trabajamos por educar de una manera eficiente y efectiva, para sentar los cimientos sobre los cuales se erige el destino de una sociedad en constante evolución, llevando a nuestro estado y a nuestro país, al siguiente nivel.