Hasta hace no mucho, las fuentes políticas y económicas eran exclusivas del género masculino y las páginas de información general estaban prácticamente vetadas para las mujeres, y ni qué decir de las secciones de policía y deportes. Pero ya no más: las mujeres se meten en donde sea y hacen lo necesario para buscar “la nota”, arriesgando muchas veces la integridad física, exponiéndose a insultos de personajes prepotentes, al mal trato de guardias de seguridad, a climas extremos, desastres naturales y a toda suerte de adversidades.