Editorial: Civilidad y respeto

En días pasados, el gobernador Mauricio Kuri declaró que es normal que los ánimos se enciendan cuando son campañas electorales; lo que no es normal (y nunca debe serlo) es que esas pasiones pasen a violencia y disturbios.

Recordemos que estas campañas electorales son parte de la fiesta democrática y, como tal, debemos privilegiar el diálogo, el contraste de las ideas, la transparencia y la rendición de cuentas de quienes aspiran a un cargo de elección popular. También se requiere que se mantenga el Estado de derecho, pues aquellos actos que sobrepasen los ánimos electorales deben investigarse y castigarse de acuerdo a la normativa vigente, sin usar políticamente la justicia.

Por eso, es pertinente el llamado de la Secretaría de Gobierno a mantener la civilidad entre los actores políticos. Que la confrontación se mantenga en el ámbito de la arena política y que ahí se viertan las ideas para que ciudadanos logren un contraste entre los diversos proyectos políticos, pues de ello depende la conducción de las política públicas para los próximos tres y seis años, dependiendo del tipo de cargo que se presente. Es así como en nuestra edición de hoy le llevamos un seguimiento sobre este asunto, en el que, se insiste, debe prevalecer la confrontación pero de las ideas, no más allá, pues en la medida en que se debata eso, los ciudadanos ganarán en propuestas y proyectos mejor encaminados para los próximos años.