El Partido Revolucionario Institucional, que gobernó por 70 años el país y que fue cuna para muchos otros partidos y políticos, podría tener los días contados. Pese a la queja de cientos de militantes, exgobernadores e incluso expresidentes del PRI, el dirigente Alejandro Moreno consiguió, a mano alzada, el aval de la Asamblea priista para extender su periodo como dirigente nacional del PRI por ocho años más. Una situación que provocará, en próximos días, semanas o meses, la renuncia de perfiles políticos que podrían abonar con su talento, capacidad y experiencia en otros partidos donde sí sean tomados en cuenta.