Miguel Ángel Flores/Lo bueno, lo malo y lo peor
LO BUENO
Mientras que, a nivel nacional el panismo parece que no avanza en el proceso para definir a quien será el próximo presidente de su Comité Directivo Nacional, a nivel local hay varios interesados en dirigir el rumbo del partido blanquiazul. A la larga lista que ya incluye los nombres de Luis Nava, Guillermo Vega, Roberto Sosa y Alfredo Botello, se suma ahora el del diputado federal Enrique Sosa quien ya levantó la mano y declaró su interés en convertirse en el líder de su partido. El legislador federal aseguró que su aspiración jamás sería para provocar división en su partido, pues también reconoció que hay muchos liderazgos con más posibilidades.
LO MALO
El panismo queretano tiene varios frentes abiertos y su Comité Directivo no ha logado unificar esfuerzos para atenderlos. Su trabajo pareciera que se ha enfocado exclusivamente en respaldar al gobernador Mauricio Kuri, dejando a sus alcaldes a la deriva, sin orientación, ni asesoría, ni acompañamiento. La renuncia del Fiscal y la situación del Congreso local se ha “partidizado”, las crisis en la administración estatal han sido ignoradas por el partido; los alcaldes electos se encuentran planificando sus gabinetes y eligiendo colaboradores. Urge un líder en el PAN con mayor presencia y habilidades para atender todos los frentes.
LO PEOR
Tanto el Comité estatal del PAN como entre sus principales actores, existe una clara negación a realizar un ejercicio de autocrítica. De entrada, insisten en que los resultados electorales fueron victoriosos, suficientes, positivos, para poder “mantener el control” en el estado frente al posicionamiento de Morena y su 4T. En esa reflexión, son incapaces de reconocer el tamaño del rival político que día a día tiene mayor presencia en el estado. Esa actitud puede resultar contraproducente, algunos lo ven, pero los liderazgos no hacen caso. El relevo en la dirigencia tiene que tener un cambio de mentalidad frente al rival político.