Poco que cuestionarle a Gerk y su cuerpo técnico, puso en la cancha “lo mejor” que tiene, y es que volteas a la banca y no hay mucho más. Prácticamente, “nos hizo caso” a la gran mayoría de los “opinadores”, cambió a línea de 4, con los dos centrales que llegaron como “refuerzos”; nuestros dos contenciones titulares, Escamilla (5) y Lertora (14); abiertos a Barrera (8) y Rodríguez (10); y lo que más pedíamos a gritos, Loba (9) y Sosa (7) juntos adelante. ¿Y qué pasó? Nos tragamos 4 pepinos. Fue obvio, que tanto Ruso (4), como Canale (6), son jugadores del montón y que les falta mucho para coordinarse, lo cual nos regresa a la falta de programación de la nefasta directiva.