Comisiones legislativas determinaron algunas reformas a la ley orgánica del Poder Legislativo, entre las cuales destaca que habrá una rotación en la presidencia de la mesa directiva.

Con la reforma vista tal cual, parece ser un ejercicio de democracia, de representatividad y de pluralidad en la representación del Poder Legislativo; no obstante, en los hechos, la cuestión es ¿por qué hasta ahora esta reforma cuando está por concluir la actual Legislatura? En las últimas dos legislaturas se pudo apreciar que la presidencia de la mesa directiva solo se compartió en momentos contados entre el PRI y el PAN, que, muchas veces, votaron en conjunto para las reformas que enviaba el Poder Legislativo, sin ceder este espacio a fuerzas políticas emergentes como Morena.

Ahora que se prevé una mayor representación de este partido en coalición con el PT y el PVEM, surge esta propuesta quizá para que no se repita esta medida, que era antidemocrática. La voluntad política pudo resolver esta situación sin necesidad de legislar, pero, ante los hechos de una ‘cucharada de su propio chocolate’, se acude a ajustar la rotación en la presidencia de la mesa directiva.