Hoy, se percibe de manera creciente la problemática de la población musulmana que ha caracterizado a los demás países europeos: aumento de la criminalidad, invasión de espacios públicos, agresiones a la población nativa, agresiones a mujeres, implantación de espacios exclusivos y excluyentes. Al final de cuentas, los musulmanes no se adaptan ni se integran al país receptor, sino que pretenden imponer sus costumbres y conquistar sus nuevos hogares para el Islam.