El Senado aprobó por unanimidad la reforma constitucional, la cual establece la obligación de que los incrementos de los salarios mínimos nunca estén por debajo de la inflación. Ese consenso unánime se logró entre legisladores tanto de cámara alta como de la cámara baja, pero lo más importante sostiene la aprobación general de la población, tanto del sector empresarial, como los sindicatos de trabajadores, público en general y también de quien escribe esta columna.