Uno de los mayores retos en la enseñanza de las matemáticas es la resistencia que muchos estudiantes muestran hacia su aprendizaje. Esta asignatura suele percibirse como algo tedioso, distante o incluso intimidante, lo que genera desinterés. Para muchos jóvenes, las matemáticas se convierten en una barrera que sienten no poder superar, afectando no solo su rendimiento académico, sino también decisiones importantes, como la elección de una carrera profesional.