La CNDH: Roberto Mendoza

Roberto Mendoza

Los Derechos humanos los creamos para nosotros, les hemos dado, es una suposición, carácter infinito, es decir no hay un número limitado, ni tampoco subjetivo, no dependen de la opinión, deseo o voluntad de “alguien” son universales, inherentes, inalienables, evolutivos y están interconectados: el derecho a la salud también es el derecho al agua, el derecho a la educación también es el derecho una alimentación adecuada y así…A todo lo humano, todos tenemos derecho, buscando siempre el equilibrio de la protección de la propiedad privada y la garantía de que todos tengamos acceso a los recursos necesarios para vivir una vida digna.

Quizá la comprensión mexicana de lo que son los DH este sesgada, el primer intento de hacer algo para la protección humana en el país viene de la Ley de Procuraduría de Pobres de 1847, creada en SLP ¿Los derechos que tenemos que proteger son sólo los de los pobres? Ese mismo planteamiento fue un lema de campaña y actualmente es un slogan reconocido “primero los pobres” y por ahí es que está la justificación de la apropiación de esa lucha que es para el beneficio, otra vez es una suposición, de todos.

Nadie debería de apoderarse de un esfuerzo de todos, nadie debe ostentar la protección exclusiva de todos, pero mucho menos el gobierno, que además tiene bajo su mando varias fuerzas armadas y policiacas institucionales que, al menos, algunos de sus miembros han sido señalados como agresores y violadores de DH. Las CNDH y las Ombudsperson en el mundo, son independientes, no son miembros de ningún partido, son críticas, incomodas, valientes, no dependen de nadie, menos de algún gobierno para tomar sus decisiones, porque nos defienden a todos. ¿Cómo es la omsbudsperson mexicano?