Al mirar atrás, recuerdo con claridad los desafíos que enfrentamos juntos, los proyectos que impulsamos y los logros que celebramos, tanto grandes como pequeños. Me siento inmensamente agradecida por cada uno de estos momentos, en los que se refleja el esfuerzo, la dedicación y el espíritu de equipo que nos distingue. COBAQ ha sido mi segundo hogar, un espacio donde he crecido tanto a nivel profesional como personal, siempre respaldada por personas comprometidas y apasionadas por lo que hacen.