El triunfo tuvo más tintes de astucia, se aprovecharon mejor los talentos y llegó la contundencia, sin embargo no debe ser tomado como una evolución, creo que en el combinado tricolor falta hambre, reinventarse en cada minuto de la competencia y ojalá Raúl arrastre a sus compañeros a su nivel, se permeé su entrega, su intensidad e inteligencia. Es momento de demostrar que hay talento. Si no, seguirá la crisis.