Una mirada al Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro

Este proyecto impacta a Querétaro no solo por su belleza arquitectónica, sino por el acercamiento generado entre arte y ciudadanía

Carlos Gutiérrez

En un momento de gran crecimiento para la ciudad de Querétaro y de mayor demanda de espacios culturales tanto por parte de los artistas como de los ciudadanos, el proyecto de este recinto llegó como anillo al dedo.

La idea fue autoría de la actual secretaria de Cultura del estado, Paulina Aguado, quien inició sus funciones en la dependencia con la Administración del gobernador Francisco Domínguez.

Ella, como muchos otros en la entidad, sabía que era necesario contar con un espacio donde las nuevas tendencias del arte se exhibieran y estuvieran al alcance de todo el público, así que los trabajos comenzaron.

• Historia detrás de sus muros

El primer paso era saber dónde se construiría. Junto al Templo de la Cruz detectaron el espacio ideal: un edificio que llevaba 10 años abandonado y con gran historia detrás de él.

Es un edificio de 1680, y para la restauración, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estuvo de lleno involucrado en el proceso, ya que se trata de un edificio histórico, así que la supervisión de estas autoridades fue constante”, detalla en entrevista Papús von Saenger, director del Museo de Arte Contemporáneo Querétaro (MACQ).

Incuso, agrega, durante la restauración aparecieron pinturas originales de esos años, las cuales fueron tomadas por el INAH para su restauración. El edificio estaba en muy mal estado; sin embargo, el proceso de restauración fue relativamente rápido, dos años, bajo un escrutinio de profesionales, con la finalidad de que el lugar no perdiera su valor histórico, y así lo consiguieron.

El lugar compartió el destino de muchos edificios coloniales. Originalmente fue parte del atrio del Templo de la Cruz, construido para albergar una escuela de propagación de la fe cristiana de los antiguos franciscanos; posteriormente, fue cuartel de Maximiliano (después de la época de Reforma), para convertirse en escuela primaria pública durante el siglo XX”, puntualiza Von Saenger.

Cuando el edificio se empezó a deteriorar más y más, decidieron quitar la escuela y desde ese momento permaneció en el abandono durante una década completa.

La llegada de este proyecto de la titular de Cultura del estado fue el momento idóneo de hacer la restauración y crear un espacio dedicado al hacer artístico de nuestra época, cuyo propósito fuera mostrar el arte contemporáneo –local, nacional e internacional– a los queretanos.

La rehabilitación tuvo un presupuesto aproximado de 36.5 millones de pesos, entre fondos federales y estatales.

• Éxito cultural

Inaugurado el 7 de noviembre de 2018, el MACQ no solo exhibe grandes obras, sino también “tiene una labor educativa como parte de su estructura inicial, pues busca educar al público sobre el arte contemporáneo, acercarlo más a estas prácticas y que comprenda más sobre estas herramientas estéticas y de pensamiento dentro de una sociedad”, declara el director.

Con 2 mil 500 metros cuadrados de superficie, el recinto histórico es en la actualidad un hermoso museo que, sin haber cumplido un año de existencia, tiene ya la admiración de los queretanos y los cientos de turistas que pasan sus vacaciones dentro de la ciudad.

Cuenta con dos plantas (donde en estos momentos se exhibe la muestra ‘Plástica contemporánea’); la idea es que más adelante el segundo piso albergue colecciones y obras puntuales y planeadas, mientras que en la planta baja se trabajará con artistas locales para mostrar ahí su trabajo.

Es decir, el MACQ siempre buscará exhibir obras internacionales, como referencia para los artistas locales y el público queretano, pero que también sea un espacio para apoyar y difundir al artista local”, asevera Von Saenger.

Arte para todos

Además, el museo cumple su función educativa, basada en un departamento de mediación que ofrece cursos, visitas guiadas, presentaciones de libros y actividades con el público infantil.

Desde su apertura, cada martes tenemos una conversación con los artistas que exhiben piezas aquí. De este modo, se acercan al público y explican sus técnicas, proceso creativo, estilo, las obras que trabajaron, motivaciones, etcétera. De este modo, se rompe esa pared que muchas veces existe entre los artistas y el público, y el arte contemporáneo no se vuelve ajeno, sino cercano”, agrega Von Saenger.

Para los próximos meses, el MACQ prepara dos exposiciones: una relacionada con el medioambiente y otra más con basura, con la finalidad de ligar ambos temas y que científicos y sociólogos puedan unirse, en su momento para interactuar, desde su trinchera, con el arte contemporáneo”, concluye el directivo.

Artistas del MACQ

El museo exhibe la muestra ‘Plástica contemporánea’, que está integrada por 100 piezas de 86 artistas locales e incluye diferentes técnicas como pintura, escultura, mural, instalación, video y ‘performance’.

• 3Herrera
  ‘Pangea-Geografía orgánica’

El artista 3Herrera participa en la exhibición del museo, con su obra ‘Pangea-Geografía orgánica’. Un dibujo a pastel-carbón, sobre loneta preparada de 2.33 x 3.60 metros.

En entrevista, nos platica que se trató de una exhaustiva búsqueda personal en el plano de lo figurativo gestual, así como la abrumadora hiperestimulación de los sentidos por el ilimitado acceso a la información del que pareciera somos presas los seres humanos

Todo ello me han forzado a hacer la siguiente reflexión estética. Proponiéndome responderme ¿hacia dónde es que va el pensamiento influenciado por estos estímulos?”, comenta el artista.

Con lo antes mencionado, 3Herrera busca resolver una estética de lo ansioso, de la incertidumbre, antes que solo lo energéticamente dinámico y compositivo formal. Se trata de un dibujo realizado al carbón y pastel sobre una loneta preparada de gran formato que no cuenta con bastidor ni marco, presentada con las características propias de la cartografía, montada directamente al muro para ser leída a modo de carta topográfica o mapa.

De este modo, justifico el título y la presentación estética figurativa que planteo”, detalla.

• Tania Quezada
  ‘El juego de las bestias’

‘El juego de las bestias’ es una pequeña metáfora de la inmigración, en una serie de piezas que se entretejen una con la otra. Se conforma por dos elementos: una pintura en acrílico de gran formato y un juguete intervenido con plastilina epóxica.

La autora, Tania Quezada, nos explica que, en el primero, podemos ver “un grupo de animales– predadores de clase alta todos, que están de pie detrás de un aparador observando la exhibición de la juguetería El Mundo.

Frente al cuadro, un tren de juguete avanza en una vía circular, y en el techo de este, esculturas maltrechas de conejos apilados se mueven tristes en un paisaje que no existe. Entre los vagones, una serie de conejitos blancos y bien criados son trasladados, sin saber, nunca, hacia dónde”, comenta.

Un conejo que se ha colado en la escena, se queda parado viendo la silueta de otro, que desconocemos si ha caído del tren o cómo es que murió.

La pieza de 40 x 40 centímetros (acrílico sobre madera) “está inspirada en una pieza pequeña que trabajé para una subasta en favor de la Casa del Migrante, en 2018, y la mitología se traduce muy sencilla: Predadores y presas conviven en el mundo en un círculo interminable, en donde todos queremos ser los cazadores. No siempre nos toca”, señala.

• Angella Holguín
  ‘Escala de vibraciones’, ‘Arroyo’ y ‘Náyade’

En ‘Escala de vibraciones’ “nuestros pensamientos nos llevan a tomar acciones, llevando consigo la toma de decisiones. Cuando logro crear espacios entre pensamientos es cuando tengo acceso a un mundo infinito de creación”, detalla Holguín.

Amo encontrarme entre esos espacios llenos de silencio e intimidad entre las vibraciones creadas por mi mundo interno, llevando consigo el poder de centrar mi atención en nuevas posibilidades, redefinir prioridades y explorar alternativas”, dice.

Por otra parte, ‘Arroyo’ es reflejo fiel de la naturaleza.

Sus aguas son fluidas, de movimientos suaves, tranquilos y constantes. Sus aguas son sacudidas por el viento, el cual las crece, las agita y las desborda hacia nuevos elementos. La naturaleza está en cambio constante”, confiesa.

Para Angella, todos somos como ‘Arroyo’, por días tranquilos, fluyendo sin prisa, sin cambios bruscos ni sobresaltos. Luego nos sacudimos y desbordamos; vivimos en cambio constante, al igual que la naturaleza.

‘Náyade’ es el nombre de una ninfa acuática de la mitología griega. “La obra parte hacia múltiples posibilidades de crecimiento, y sus diferentes colores y formas me remiten al mar”, explica Holguín.