Enrique Sosa: Educación verde e incluyente

A tres años de ser rector de la UPSRJ, Enrique Sosa Gutiérrez consolidó una escuela que brinda educación de calidad a los sectores más vulnerables de Querétaro y el Bajío

Enrique Sosa Gutiérrez, rector de Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui, tiene un objetivo profesional muy claro: lograr la movilidad social de grupos vulnerables a través de la educación.

Sosa Gutiérrez incursionó en la docencia a los 24 años de edad; comenzó dando clases de Historia de México en distintas secundarias. En 2011, cuando la UPSRJ contaba con dos aulas, pidió trabajo como profesor y abogado general de la Institución. En 2016, asumió la rectoría de la UPSRJ, por mandato del gobernador Francisco Domínguez Servién.

Abogado de profesión, maestro en Administración Pública por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y candidato a doctor en Derecho por la Universidad Anáhuac, Enrique Sosa Gutiérrez dedica sus días a generar un cambio de cultura en los jóvenes a través del modelo bilingüe, internacional, sustentable e incluyente. 

Sosa Gutiérrez tiene cuatro aficiones: pasar tiempo de calidad con su familia, el futbol –es seguidor del América y de Gallos Blancos–, la lectura y la música de Joaquín Sabina.  

En entrevista para esta casa editorial, el rector nos cuenta cuál es la oferta educativa de la Universidad para los alumnos regulares y aquellos que tienen alguna discapacidad; las ventajas de estudiar en una escuela verde e incluyente y su manera de incidir en las políticas públicas de Querétaro. 

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SA: ¿Qué es la movilidad social?

ESG: La movilidad social es que una mujer de una comunidad indígena encuentre la opción de volverse una profesionista y competir en el mundo, poder ser una empresaria destacada o ser una artista reconocida. La movilidad social es que tengamos oportunidades; esta universidad fue creada para lograrlo. Dentro de su espíritu está ese objetivo, ser un vehículo de movilidad social para todos. 

Tenemos alumnos sordos que encuentran aquí su única oportunidad de ser ingenieros, en condiciones de pobreza tremenda, y chavos que vienen de la ciudad, de una clase media a encontrar programas de altísimo nivel.

La movilidad social no es nada más, como algunos pretenden, hacer caridad y repartir dinero. No, es generar capacidades en la población para verdaderamente transformar su forma de vida y que tengan oportunidad de competir al parejo con todos. La movilidad social busca la equidad.

SA: ¿Qué hace la Universidad para lograr este objetivo?

ESG: Recibimos a todos los alumnos que aplican y, aquí adentro, ellos con su trabajo, con su esfuerzo, demuestran quién está hecho para salir adelante en una universidad internacional, de clase mundial, y quién no. 

Pero no discriminamos ‘a priori’, sino que dejamos que aquí los jóvenes solitos vayan saliendo adelante. 

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Una de las funciones de la Universidad –y que aquí hemos tomado como bandera– es que tenemos que transformar la cultura en general y para eso tenemos que hacer que cada chavo que salga de aquí se vaya con un ‘pool’ de valores, que se vaya comprometido con luchar para tener un mejor medioambiente, un mundo más justo en donde todos seamos iguales; que se vaya comprometido con un mundo donde las oportunidades no solo sean para todos, sino que abunden, que nos volvamos innovadores, generadores de nuevos espacios de oportunidad para la gente. 

SA: ¿La oferta educativa de la Universidad responde a las necesidades del estado?

ESG: Sí, especialmente tres, la Ingeniería en Metrología Industrial, la Ingeniería en Software y la Ingeniería en Sistemas Automotrices. Son necesidades vitales para la industria estatal; hay muchísimas oportunidades de empleo. En ‘software’ y metrología, nuestros ingenieros bilingües se colocan muy rápido con muy buenos salarios, muy por encima del promedio de los recién egresados. 

Después tenemos dos programas, la Licenciatura en Terapia Física que responde a una necesidad del sector salud de tener terapeutas físicos; hoy la población está envejeciendo y nosotros pronto vamos a requerir ayuda de los terapeutas para mantener nuestro cuerpo en sintonía. Y tenemos a ingeniería en Animación y Efectos Visuales, que es una apuesta que se hizo hace unos años para desarrollar una nueva industria en el estado.

SA: En materia de sustentabilidad, ¿qué se ha hecho en esta Universidad?

ESG: La sustentabilidad es el corazón de lo que hacemos, es lo que más nos ha motivado a ser distintos. Como universidad, somos la única en todo el país que produce toda su energía eléctrica con paneles solares. Somos la única que se ha certificado como Unidad de Manejo Ambiental, pues trabajamos con 19 especies nativas de flora y fauna. También trabajamos  en el tratamiento, reciclaje e infiltración de agua para nutrir nuestro campus y para el consumo. 

SA: ¿Hacia dónde llevarás a la Universidad en los próximos meses, antes de que acabe tu periodo como rector en 2020?

ESG: Queremos que nos volteen a ver como el ejemplo de una universidad que hace las cosas bien en lo académico, en bilingüismo, en sus posgrados, en inclusión educativa, en sustentabilidad.
No somos la universidad más grande, ni queremos serlo. Queremos ser una institución que esté constantemente innovando y que otras universidades puedan nutrirse.

Innovar todo el tiempo implica fracasar también, pero si alguien tiene que pagar la curva de aprendizaje, queremos ser nosotros, porque  en el siglo XXI o eres el que va adelante o puedes quedar en el pasado. 

 

SA: En temas de presupuesto, ¿qué tal le fue a la UPSRJ con los recursos federales que se proyectaron para ella en 2019?

Conmigo te vas a topar con toda la franqueza. A los rectores no les gusta hablar de esto; nos fue mal. El Gobierno federal nos dio menos dinero que el año pasado: 3 por ciento menos. Tampoco es demasiado, pero la inflación fue alta, y eso deterioró nuestra capacidad para crecer. 

 Tuvimos la fortuna de que con la propuesta del gobernador en la Legislatura estatal nos incrementó 10 por ciento del presupuesto para este año. Eso nos ha permitido que no tengamos mayor afectación, pero somos una universidad nueva y necesitamos crecer. 

A nosotros como rectores nos toca difundir nuestro modelo, explicarle tanto al Gobierno federal como a la sociedad por qué estas universidades son valiosas para nuestro estado, por qué hay que invertir a nuestros jóvenes, y que a quienes les toque tomar las decisiones, ojalá lo hagan con responsabilidad. 

Ojalá y en vez de apostarle a repartir dinero a quien sea, inviertan el dinero en donde se vuelva más productivo a largo plazo para la sociedad, que es en la educación. Si cree un Gobierno, el que sea, que va a transformar un país sin transformar a su gente, está frío.