Los mariachis se rehusan a no cantar pese a pandemia

Las medidas implementadas para evitar el contagio por coronavirus han silenciado aún más los violines, las guitarras, las trompetas y las vihuelas

Carlos Uriegas

‘Hermoso cariño’, ‘Novia mía’ y ‘Deja que salga la Luna’ son parte del repertorio infaltable para una serenata, y es justamente el amor a lo que le apuesta el Mariachi Caporales, único grupo presente anoche en la Plaza Santa Cecilia de Querétaro, ya que ante la suspensión de fiestas y eventos públicos por la crisis de COVID-19, las canciones al pie de la ventana son su último recurso para seguir trabajando.

La verdad (es) que está difícil, ya nos suspendieron todos los eventos para marzo y abril y vamos a ver cómo le hacemos para aguantar. Lo que estamos viendo es que la gente se anime a llevar serenatas”, comenta Juan Ciriaco Méndez, quien lleva más de 25 años como mariachi, “desde que estábamos en el Jardín de los Platitos”.

Busca la UAQ nuevos talentos para el Mariachi Universitario

No ha sido un año bueno para el mariachi en términos generales, pero las medidas implementadas para evitar el contagio por coronavirus han silenciado aún más los violines, las guitarras, las trompetas y las vihuelas.

Ahora se ha recrudecido más. Por ejemplo, ayer solo vinieron seis grupos, y ahora, como ve, solo estamos nosotros”, comenta uno de los violines del mariachi.

En la Plaza del Mariachi, como se le conoce comúnmente al espacio en la esquina de 5 de Febrero con la avenida Universidad, normalmente trabajan 20 conjuntos musicales, entre mariachis, tríos románticos y grupos norteños.

Vamos a donde nos invitan, donde haya trabajo; recuerdo una vez  cuando empezamos a las 11 de la noche y terminamos a las ocho de la mañana; fue una gran   32 mil pesos, pero ahora es otra historia”, revela el señor Méndez, un ilustre apellido que nos hace recordar a don Tomás Méndez, una institución dentro de la música vernácula y autor de ‘Cucurrucucú Paloma’.

Develarán estatua de Vicente Fernández en Plaza de los Mariachis

Noé Sánchez, representante del grupo, comentó que ya se cancelaron todos los eventos en salones, ya no hay fiestas o eventos.

Los trabajos que teníamos ya se cancelaron. Cada domingo vamos a tocar a un restaurante de cuatro a cinco de la tarde y ya no vamos a ir. Todo lo de abril también se canceló. Ayer vino una persona y dimos serenata, pero es todo lo que hay ahora”, explica el representante del grupo que cobra 3 mil 500 pesos por una hora en la que tocan 15 canciones.

Lo cierto y su esperanza es que, una vez que pase la crisis, vengan los momentos para poder celebrar y cantar; solo esperan que para mayo, con el Día de las Madres y las graduaciones de junio, se puedan recuperar.

Los integrantes que conforman a Los Caporales dicen estar listos para acompañar el amor al pie de  trompetas, guitarras y vihuelas para tocar. Por ahora, ‘Contigo en la distancia’, en espera de que ‘Salga la luna’.

AMIP.