Despliega UNAM Juriquilla investigadores para combatir la COVID-19

La crisis sanitaria de coronavirus ha convertido al mundo en un gran laboratorio tecnológico, médico y social. La UNAM Juriquilla es un ejemplo de esto Carlos Uriegas La UNAM Juriquilla realizó un despliegue de equipos de investigadores para hacer frente a la COVID-19. Entre otros proyectos, laboran en un biosensor para la detección rápida del … Leer más

Editor | 17-04-2020

La crisis sanitaria de coronavirus ha convertido al mundo en un gran laboratorio tecnológico, médico y social. La UNAM Juriquilla es un ejemplo de esto

Carlos Uriegas

La UNAM Juriquilla realizó un despliegue de equipos de investigadores para hacer frente a la COVID-19. Entre otros proyectos, laboran en un biosensor para la detección rápida del nuevo coronavirus, así como en la reactivación de 23 equipos que estaban en desuso en hospitales y en la fabricación de 60 mil caretas cuyo diseño fue donado a la nación.

Entre los proyectos, comentó el doctor Jesús Manuel Dorador González, secretario general de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM en Juriquilla, se construyen respiradores con la colaboración del Colegio de Ingenieros Biomédicos, el Laboratorio de Instrumentación Espacial de la Universidad Nacional y con la Cofepris; además de recuperar y habilitar equipos en desuso.

“La UNAM y otras instituciones están reactivado 23 equipos que están en desuso en hospitales, que a lo mejor les faltaba una pieza o no se les ha dado mantenimiento, pero se están echando a andar de nuevo, particularmente en el laboratorio de diseño mecatrónico de la Facultad de Ingeniería”, explicó el investigador al tiempo de invitar a las instituciones que contacten a la UNAM para reactivar los equipos que tengan en bodegas y no se den de baja.

El exjefe de la Licenciatura en Ingeniería en Sistemas y de Ingeniería Biomédica en la UNAM, habló también del ejemplo de las caretas de protección para uso médico, otra aportación de la Máxima Casa de Estudios al país.

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“La UNAM tiene un diseño que se realizó en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología. Es una careta que se puede cortar a mano, con cortadora laser o suajes, para tener una buena producción; ya han hecho 60 mil caretas que se han distribuido de forma gratuita a hospitales, así como el diseño que ya fue donado a la nación y al mundo para que se pueda fabricar de manera muy sencilla, con un costo de 25 a 30 pesos, además de que son reutilizables”, detalla el académico universitario.

Dorador González destacó que se vive un momento histórico, en el que el mundo se está convirtiendo en un inmenso laboratorio tecnológico, médico y social.

“En la UNAM se crearon tres grandes grupos de trabajo para seguir buscando soluciones; uno que tiene que ver con el desarrollo tecnológico, otro con cuestiones directamente para el área de la salud, como el biosensor para la detección rápida de COVID-19, con el laboratorio nacional de soluciones biominéticas, junto con el Instituto de Biotecnología, y un tercer grupo con el análisis de las consecuencias sociales y ambientales de esta crisis”.

Además, dijo, se realiza un estudio para ver qué está pasando con la sociedad ante la emergencia, cómo reacciona. De ahí vendrán aprendizajes muy importantes para hacer frentes a futuras contingencias.

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“Hay que aprovechar esta emergencia para aprender, usar este gran laboratorio en un experimento único, que esperamos no se pueda repetir, es una ocasión única, histórica para entender qué es lo que está pasando, cómo se está evolucionando, hay que aprovechar la oportunidad ante este reto”, mencionó el también desarrollador de la carrera de órtesis y prótesis.

Ciencia al servicio de la salud

El momento está convirtiendo al mundo en un gran laboratorio, es el tiempo para que la investigación y la ciencia encuentren las soluciones ante la pandemia por COVID-19; en la UNAM Juriquilla piensan, actúan y resuelven desde el desarrollo tecnológico, hacia el área de la salud y en temas sociales y ambientales.

El doctor Jesús Manuel Dorador González, explicó desde lo más básico cómo la ciencia está al servicio de la salud, desde el correcto uso de los limpiadores hasta la importancia social que hay que darle al trabajo de investigación.

“Es importante que la gente sepa usar los materiales de limpieza. Las personas en el afán de evitar el virus y contagios creen que si mezclan algunos componentes van a lograr una mejor limpieza y no es necesariamente cierto; si se me ocurre mezclar cloro con algunos ácidos como vinagre o limón, puedo provocar un cloro gaseosos que es muy tóxico, no se vale mezclar cloro con alcohol, eso genera cloroformo, lo que podría causar hasta un paro cardiorrespiratorio. No se debe mezclar cloro con amoniaco porque podemos generar problemas de pulmón e hígado; claro que hay que limpiar, pero con agua clorada es suficiente, basta mezclar 20 mililitros de cloro en un litro de agua para tener la sustancia limpiadora”, explica el doctor Dorador González esta primera situación básica y clave, a la que se debe agregar una ventilación correcta en los espacios.

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El investigador sabe que ante la crisis se desarrolla la creatividad y se desarrollan avances tecnológicos, pero invita a canalizar la creatividad hacia las instituciones universitarias y centros de investigación reconocidos para no atomizar los esfuerzos y trabajar en forma colaborativa.

“Hay muchos grupos entusiastas que están inventando y construyendo respiradores artificiales, algo muy loable, pero es importante que lo hagan bien, de acuerdo a las necesidades que se requieren, para su uso en terapia intensiva y que requieren intubación, por lo que hay que cumplir con normas, por lo que invita a conocer la página del Colegio de Ingenieros Biomédicos de México para que vean lo que hay que cumplir”, subraya el creador de la carrera en ingeniería mecatrónica en la UNAM.

El doctor Jesús Manuel Dorador González concluyó diciendo que la innovación y el desarrollo tecnológico son fundamentales para el desarrollo de un país.