Con 106 años abandonó en la ambulancia COVID QRO-005 de la Cruz Roja Carlos Uriegas Don Juan tiene 106 años y es un sobreviviente de COVID-19. Un hombre hecho con otra pasta, de una madera distinta, de esa que ya queda poca, una muestra de fuerza, ejemplo de salud capaz de reponerse de una pandemia, … Leer más
Con 106 años abandonó en la ambulancia COVID QRO-005 de la Cruz Roja
Carlos Uriegas
Don Juan tiene 106 años y es un sobreviviente de COVID-19. Un hombre hecho con otra pasta, de una madera distinta, de esa que ya queda poca, una muestra de fuerza, ejemplo de salud capaz de reponerse de una pandemia, entre otras batallas más.
El haber nacido el 2 de mayo de 1914 tiene muchas connotaciones, ver la luz primera dos meses antes del inicio de la Primera Guerra Mundial, tener cuatro años para el final del primer conflicto bélico que involucró a varios países del planeta y ser mayor que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos por tres años.
Muchas cosas puede contar Don Juan, quien ayer, con 106 años abandonó en la ambulancia COVID QRO-005 de la Cruz Roja, la UMA ubicada en el Centro de Congresos, desde donde bajó para regresar a su casa en prolongación Tecnológico.
El señor Juan puede presumir que tras el aislamiento superó la enfermedad del Siglo XXI. El abuelito nació en Castillo Guanajuato en plena Revolución Mexicana, sin saberlo, le tocó vivir la cura de otras enfermedades con el descubrimiento de la penicilina en 1928.
Don Juan conoció a Sebastiana Parra, con quien se casó y tuvo cinco hijos; Francisca, Leonor. Lidia, Josefina y Juan. Hoy pueden sentir el alivio de tener de nuevo a su padre en casa.
Mientras trabajaba en Hércules en una fábrica de jabón, donde compraba jabón y lejía que posteriormente vendía en la puerta de su casa, el mundo se estremecía con el inicio y final de la Guerra Civil en España, preámbulo de la Segunda Guerra Mundial.
En otros tiempos trabajó como taxista en el taxi 33TKA, en esa época la gasolina costaba menos de un peso por litro y el hombre aún soñaba por pisar la luna por primera vez, eran tiempos cuando en Querétaro se podía tomar leche bronca surtida desde la Hacienda de Carretas y el Acueducto aún trasladaba agua para llegar a las fuentes de la ciudad.
Don Juan tuvo también un molino de nixtamal que atendía junto con su esposa, eran otros tiempos, para él abarcan mucho, los suyos y nuestros tiempos.
Este martes la Cruz Roja pudo comentarnos: “Hoy tuvimos el gusto de trasladar a su casa en la unidad a Don Juan, quien a sus 106 años de edad, fue dado de alta de la Unidad Médica y de Aislamiento al superar la enfermedad COVID- 19”.