“La elección popular no es necesariamente el mejor mecanismo para ocupar un cargo de esta envergadura y, si es así, no basta con la forma de elegir. La importancia de una elección debe basarse en un mecanismo que asegure la función jurisdiccional y cumpla su verdadero ejercicio de justicia, incorporando mecanismos como la evaluación, la medición y una metodología que garantice una actuación en cumplimiento al mandato constitucional”, explicó.